Un estudio publicado este miércoles 5 de octubre en la revista médica Journal of Alzheimer’s Disease pone en cuestión la principal teoría sobre la aparición del alzhéimer: que se produce por la acumulación de placas neuríticas en el cerebro.
Según un equipo de investigadores, liderados por los médicos de la Universidad de Cincinnati (Ohio) Alberto Espay y Andrea Sturchio, la acumulación de estas placas es tan solo una consecuencia de la disminución de los niveles solubles del péptido beta amiloide.
El beta amiloide suele aparecer en el cerebro en forma soluble, aunque a veces, bajo situaciones de estrés metabólico, biológico o infeccioso, se transforma en las placas neuríticas, también llamadas placas amiloides, que suelen utilizarse como marcadores biológicos del alzhéimer.
Los hallazgos tienen relevancia en cuanto que muchos de los estudios y pruebas clínicas orientadas a disminuir la progresión de la enfermedad se enfocan en reducir la cantidad de placas neuríticas en el cerebro, dijo Sturchio, el autor principal, en una nota de prensa.
Sin embargo, hasta el anuncio de hace pocos días de que un fármaco experimental de la farmacéutica japonesa Eisai había logrado resultados positivos a la hora de ralentizar el empeoramiento del alzhéimer, ninguna de estas pruebas había llegado a buen puerto.
De hecho, remarcan los investigadores, algunos de estos experimentos mostraron que si se reducía el nivel de beta amiloide soluble en el cerebro, los pacientes empeoraban.
El mismo equipo ya había determinado en estudios anteriores que la acumulación de placas amiloides en el cerebro no tenía por qué ir acompañada de un empeoramiento cognitivo, mientras que aquellos con niveles bajos del péptido en forma soluble tenían más probabilidad de empeorar.
Sturchio avanzó que el próximo paso de los investigadores será determinar si el aumento de los niveles de beta amiloide solubles en el cerebro tiene efectos positivos en los pacientes con alzhéimer.
Además, los investigadores piensan que sus resultados pueden arrojar pistas del desarrollo de otras enfermedades neurodegenerativas, como el párkinson, basándose en la idea de que la pérdida de proteínas normales es más significativa que la aparición de proteínas anormales.
Los péptidos, que se distinguen de las proteínas por su longitud más reducida, son moléculas naturales que cumplen papeles esenciales en todos los organismos vivos dependiendo de su composición, como el envío de mensajes biológicos entre diferentes tejidos a través de la sangre. EFE