Como parte del proyecto “Vecinos Organizados”, el Consejo de Seguridad Ciudadana (CSC) impulsa la instalación de un sistema de alarmas comunitarias que beneficia a los integrantes de cada hogar.
Esta semana se cumplió la entrega de este sistema en el barrio La Merced, de la parroquia Totoracocha, donde 45 familias recibieron sus usuarios y credenciales para la activación de la alarma comunitaria; una vez que recibieron una for mación en Seguridad Integral como parte del proyecto “Educar a Comunidades Organizadas en Seguridad (ECOS)”.
El sistema de alarma se activa desde el aplicativo Modo Smart que se insta la en el celular de cada beneficiario y podrá realizarse únicamente en tres casos: robos, emergencias médicas y temas bomberiles, que serán coordinadas para su atención respectiva desde la Sala de Monitoreo del CSC con los organismos competentes, como la Policía Nacional.
Durante este año se instalaron 120 sistemas de alarmas comunitarias, comprendidos entre cambio e instalación de nuevos sistemas beneficiando de forma directa a más de 2.000 usuarios y sus grupos familiares.
El funcionamiento de las alarmas se debe a una aplicación denominada Modo Smart para la activación del sistema desde un celular.
Por su parte, Froilán Salinas, director del CSC señaló que la instalación de los sistemas comprende una luz estroboscópica, una central y dos sirenas conforme al análisis de factibilidad de acuerdo a la información que posee el Observatorio de Seguridad Ciudadana.
Es así que, luego de la recepción de los nuevos equipos de alarma, habrán instalaciones en 100 sectores más.
Tiempo de respuesta a emergencias
La Policía Nacional señala que se cumplen ciertos protocolos para acudir al auxilio ante el llamado de ciudadanos. Hugo Arroyo, jefe del Comando de Policía del Azuay, señaló que uno de los objetivos es reducir los tiempos de respuesta de los efectivos del orden que acuden al sitio donde ha ocurrido un delito.
Explica que el promedio, en cuanto al tiempo de respuesta, es de 3 a 5 minutos en la zona céntrica de la urbe. Mientras que, para llamadas de auxilio en el área rural el tiempo de respuesta asciende entre los 15 a 20 minutos.
Los viernes y sábados el número de escándalos y presencia de libadores se incrementa y dificulta la atención de llamados ciudadanos
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