Caroline Avila Nieto
“Soy hija de la libertad y de la justicia”. Así se presentó Camila Conde, candidata a la Viceprefectura del Azuay. Esta frase resume, en el encuadre decidido por la joven, cómo quiere ser concebida en esta contienda electoral.
Las presentaciones oficiales son gestos simbólicos del inicio de la jornada electoral.
Algunas se hacen con eventos tradicionales en locaciones específicas. En una plaza, un mercado, al pie de una obra emblemática, etc. Si el entorno pone el marco, el contenido pone el fondo.
Las presentaciones pueden incorporar la agenda de trabajo resumida en líneas de comunicación más específicas, pero con la intención de proponer una posible conversación con la ciudadanía.
Otros contenidos pueden ser menos detallistas con la intención de encontrar una sola idea fuerza que será promovida con el resto de las herramientas de comunicación electoral.
“Hagámoslo con Shungo”, por ejemplo, circula como idea en las redes sociales, así como “Cuencano de corazón,” frases que no están destinadas a iniciar conversaciones sobre planes de trabajo sino sobre las personas y sus reacciones.
El fondo y la forma se conjugan en el canal de información. Fue Hillary Clinton quien rompió el tradicional formato de evento con rueda de prensa para informar su decisión de participar en las presidenciales del 2016. Lo hizo vía Twitter.
Esa decisión expresa cómo las redes sociales determinan la forma y el fondo en estos eventos debido al cambio en los hábitos de consumo de información de la sociedad.
No me extrañaría que en esta contienda electoral seccional tengamos más sorpresas en los anuncios y las presentaciones, no solo en los canales, sino en los contenidos de una campaña que comienza a ganar fuerza en la ciudad. (O)
@avilanieto