Indignante que quienes tienen el poder político lo usen para humillar y burlarse de quienes tienen poco o nada, usan como escenarios su cargo y lucen estilos paternalistas y degradantes, juegan a Polo Baquerizo, mientras entregan “casas dignas” a los más necesitados.
En medio de la rabia que genera esta imagen, otros escenarios se abren para darnos un hilo de esperanza, sin perder el sentido político, exigir justicia, cuestionar la violencia de género, la discriminación contra la diversidad sexual y la pobreza de espíritu de quienes gobiernan.
Escenarios del Mundo, festival de teatro que desde hace 16 años nos maravilla, llega con mucho esfuerzo. El teatro en el país sigue siendo un trabajo que se sostiene gracias a gestores culturales que regalan luz a cambio de casi nada, no contamos con políticas públicas efectivas, que incluyan presupuestos e inversión para la producción escénica.
Ninguna herramienta que cuestiona el poder tendrá apoyo de quienes lo ostentan. Salvemos al teatro y su capacidad de transformación, vayamos al Pumapungo a disfrutar de los escenarios que nos abrazan.
mi.cordero@sendas.org.ec
