En una esquina de la sala del hogar de Inés Naula Rodríguez se encuentra una imagen de María Auxiliadora y otra del Divino Niño, que llevó a Quito el día que debía realizarse un trasplante de hígado.
Doña Inesita, como le dicen sus seres queridos, fue intervenida el 2 de enero de 2010. La operación duró cerca de 11 horas. Ese día se convirtió en la segunda paciente con trasplante hepático del Ecuador y la primera de Cuenca.
Ella tenía un cuadro de colangitis y hepatitis autoinmune que le aquejó por 11 años.
Antes de llegar al quirófano vivió un “auténtico calvario” por la falta de donantes. Otros cuatro pacientes también estaban en lista de espera y aún no había la Ley Orgánica de Donación y Trasplante de Órganos, Tejidos y Células.
“Viajábamos constantemente a Quito para ser considerados en el programa del Organismo Nacional de Trasplantes de Órganos y Tejidos. Al final fuimos escuchados y gracias a Dios ahora gozo de salud y vida”, relata.
Sus ojos se vuelven vidriosos al preguntale: ¿Qué se siente llevar el órgano de otra persona? Antes de contestar se acomoda en el sillón y observa nuevamente sus imágenes religiosas.
“El donante no solamente nos entrega su órgano, sino también una segunda oportunidad de vida”.
Inés Naula Rodríguez, paciente con trasplante hepático
Debido a las políticas, Inés nunca conoció el nombre de su donante. “Tengo una gratitud inmensa. Lo tengo presente todos los días en mis oraciones”, cuenta.
Cree que el hígado donado puede ser de una niña porque sintió una gran alegría y mucha paz cuando fue trasplantada y hasta “la presencia de ángeles”, pese a que estaba entubada: “Yo me decía que algo tierno llegó a mí”.
Como un gesto de gratitud, le escribió una sentida carta a su “Ángel Donante”. La misiva, que tuvo como objetivo llegar hasta al cielo, tiene fecha 14 de octubre de 2012 y fue publicada en sus redes sociales.
Doña Inesita, de 71 años, cuenta que hoy disfruta de una vida plena. Camina, sale a pasear, cumple las labores de la casa y cocina. Es experta en hornear pasteles.
“Hace unos cakes como para chuparse los dedos”, asegura su hijo Adrián Ochoa.
Sin embargo, Inés, exsecretaria de la Universidad Católica y bibliotecaria en el colegio César Dávila, sostiene que “a veces hacen falta medicamentos y especialistas”, lo que les afecta física y emocionalmente. Los pacientes transplantados son vulnerables y necesitan estar controlados por un profesional acreditado por el Instituto Nacional de Donación y Trasplante de Órganos (INDOT).
Conciencia
Mauricio Espinel, director ejecutivo de INDOT, destaca que el Día Mundial de la Donación de Órganos, Tejidos y Trasplantes que se conmemora hoy, tiene como objetivo “buscar mayor conciencia de la población” sobre la importancia de ella acción de donar órganos.
Un donante puede salvar hasta ocho vidas y sus tejidos ayudar hasta 50 personas, recalca el profesional, quien considera que hace pocos años el 96% de los ecuatorianos confirmaba en la cédula de identidad el deseo de donar sus órganos, porcentaje que actualmente se ubica en una media del 77% a nivel nacional.
Agrega que en provincias como Guayas y Manabí, esta cifra apenas alcanza el 60%. “El resto de la población dice no a la vida, no a la solidaridad, algo preocupante y penoso”. En Azuay está en el 85%.
La tasa de donación en Ecuador es apenas de 4 donantes por 1 millón de habitantes. Durante el pico de la pandemia de la COVID-19 se redujo a cero.
“Hemos mejorado, pero hay mucho por caminar”, dice Espinel. Explica que, por ejemplo, en Colombia hay 8 donantes por 1 millón; en Argentina 24 y en España 41.
El objetivo del INDOT es duplicar las donaciones de órganos en el país, para ello cuenta con 5 estrategias:
- -Campaña de comunicación
- -Ampliación de la red de hospitales
- -Implementación de tres modernos Bancos de Tejidos en Quito, Guayaquil y Cuenca (hospital Vicente Corral Moscoso)
- -Innovación del conocimiento
- -Fondo exclusivo (fideicomiso) para promoción, procuración, trasplante y seguimiento.
Proceso
Espinel también detalló que el 99,5% son donaciones cadavéricas, es decir, provienen de fallecidos. Sus muertes son certificadas por un especialista.
En ese momento se lanza la alerta para iniciar el proceso de trasplante. En primera instancia se verifica cuál fue su voluntad en vida para luego tomar contacto con la familia del difunto mediante un equipo especializado en comunicación de crisis.
El Sistema Informático del Instituto Nacional de Donación y Trasplante de Órganos (SINDOT) realiza una elección aleatoria para determinar a los beneficiarios. “Influyen una serie de factores prioritarios como un niño o una persona que su muerte sea inminente”.
El Sistema está conformado por hospitales, laboratorios clínicos, bancos de tejidos, profesionales médicos, centros de investigación, sistema aeroportuario, función judicial, gobiernos autónomos descentralizados, Fuerzas Armadas, Policía Nacional y compañías de transporte aéreo, terrestre, fluvial, pues es una carrera contrarreloj cuando se inicia un trasplante.
Enseguida se activa el equipo quirúrgico que realizará el trasplante, dando el seguimiento al receptor para evitar que ese órgano sea rechazado por su organismo.
¿Qué dice la Ley Orgánica de Donación y Trasplante de Órganos, Tejidos y Células?
La Ley Orgánica de Donación y Trasplante de Órganos, Tejidos y Células aborda diferentes aristas con respecto a este tema, en cuatro artículos.
Art. 10.- Protección de datos y confidencialidad. – La Autoridad Sanitaria Nacional, a través del organismo regulador designado, adoptará las medidas necesarias para garantizar que la información generada del proceso de donación y trasplante, se convierta en anónima, a fin de que la o el donante y la o el receptor no sean identificables.
Art. 29.- Donación. – Las ecuatorianas, ecuatorianos y extranjeros residentes legales en el país, mayores de dieciocho años, al fallecer se convertirán en donantes, a menos que en vida hubieren manifestado, en forma expresa, su voluntad en contrario en una de las siguientes formas: a) Manifestando su negativa a la donación de los órganos, tejidos o células de su cuerpo para posterior implante en seres humanos vivos o con fines de estudio o investigación; o, b) Restringiendo, de modo específico, su voluntad afirmativa de donación a determinados órganos, tejidos y/o células.
Art. 30.- Expresión de la voluntad. – La manifestación, restricción o condicionamiento de la voluntad para la donación de componentes anatómicos se hará constar en la cédula de ciudadanía en el caso de las y los ciudadanos ecuatorianos y en cualquier otro documento de identificación en el caso de los extranjeros residentes legalmente en el país. La negativa de las personas a ser donantes no generará discriminación alguna y no podrá ser utilizada de modo público por ninguna autoridad, persona o medio de comunicación.
Art. 31.- Registro de la manifestación de voluntad. – Es obligación de la Dirección General de Registro Civil, Identificación y Cedulación de la República consultar y recabar de las personas mayores de dieciocho años, que concurran ante dicho organismo, la manifestación de su voluntad respecto de tener o no la calidad de donantes de órganos y registrarla en el documento de identificación respectivo.
Toda persona mayor de 18 años y extranjeros residentes en el país pueden manifestar su voluntad respecto a la donación de sus órganos, tejidos y células al momento de cedularse. Si la decisión es no ser donante de órganos y/o tejidos tendrá que llenar un formulario en el que registre su voluntad, la misma que mantiene el carácter de confidencial y que puede ser:
Donación parcial: donar solo órganos, solo tejidos o solo células. Negativa a la donación total: ni órganos ni tejidos ni células. (I)
CARTA A MI DONANTE
Sé que estás en el cielo junto al Altísimo, no te conozco, ni me han podido hablar de ti, nadie sabe decirlo, todos mantienen una ética moral, profesional, un protocolo estricto, pero presiento conocerte y sentirte, porque ya estás en mí.
Presiento que fuiste una mujer dulce, tierna, generosa, caritativa y que amaste mucho a tu familia, y; que por todo lo que sembraste en tu camino, generosidad, bondad, altruismo, amor; cuando estabas delicada de salud, tus familiares sabían y conocían lo que tú querrías que hagan. Por conocer tanto de tus dones, ante semejante dolor y circunstancia, estaban con el corazón abierto, para aceptar a la petición de donar tu hígado, y; sabes, me lo dieron a mí.
Ante la alegría de los míos estaba el dolor de los tuyos, pero así lo dispuso el Señor, porque ya te quería a su lado. Por todo esto yo también sentí el rodar de mis lágrimas, pero te prometo que no te defraudaré, que procuraré seguir tu camino, siendo buena persona, ayudando a los que sufren como me tocó a mí.
Sé que debes estar muy ocupada con los encargos del Señor, formando un coro de ANGELES DONANTES porque, así como tú MI ANGEL DE LA ESPERANZA, también llegaron otros para salvar la vida de esos pacientes con trasplante de hígado, que ahora gozamos de salud.
Gracias por este inmenso regalo que me hiciste y que Dios te conceda la luz, el descanso y la eterna paz.
INÉS NAULA RODIGUEZ
ALGUNAS CIFRAS
448 trasplantes se han realizado en el país de enero a septiembre de 2022.
2.000 personas se encuentran en la lista de espera para recibir un trasplante de órganos.
7.224 beneficiarios de trasplante de órganos se han registrado en el país desde 2007, hasta agosto 2022.
EL DETALLE
- – En Ecuador están acreditados programas de trasplantes de corazón, hígado, riñón, córnea, médula ósea. Los servicios se ampliarán a médula ósea para niños y páncreas.