Considero un acierto y un acto de justicia lo resuelto por un grupo de damas que buscan solidariamente extender su mano generosa a quienes necesitan amor y paz, pan y medicina, una sonrisa y un abrazo. Ellas son 18 mujeres que conforman un voluntariado, que luego de haber resuelto considerar el nombre de la Presidenta Honorífica como es Doña Lulú Torres Ochoa de Aguilar, asistieron a pedirle se sirva aceptar la nominación de un espacio en la Parroquia de San Roque, en aquel populoso sector a donde asistirán 80 comensales de la tercera edad entre lunes y viernes a conseguir no sólo el plato de alimento, sino un trato amorosamente humano y cristiano, cuando sufren necesidades por haber alcanzado su edad madura y a veces con pobreza económica y ausencia de protección familiar.
Preside como párroco de San Roque, el P. Marcelo Gómez, quien ha visto con profunda satisfacción que el Voluntariado en mención, pidió la posibilidad de servir, adecuando un local con verdadera asistencia humanitaria, aplicando normas de calidad ISO 9001 y preparando de la mejor manera las manos voluntarias de amor al prójimo
Doña Lulú, siempre actúo como lo hacen quienes practican el verdadero amor y la nobleza de espíritu, replicando lo expresado por San Mateo, en su evangelio, capt 6, vers 3. “no dejes que tu mano izquierda sepa lo que hace la derecha”. Ávida de servicio al prójimo y dinámica de cuerpo y alma, siempre pendiente de cómo servir al desvalido, al niño, al anciano, al doliente y al hambriento. Su alma llena de una profusa sonrisa con capacidad de amar al prójimo mediante obras caritativas, ejemplo noble y generoso de Dama gentil.
Por donde pasó nos legó un mar de bondad, recordemos sus voluntariados en el Colegio de Médicos, barco Hope, Sto. Cenáculo, en la Cruz Roja, en los hospitales San Vicente de Paúl y Vicente Corral M, asilo de Cristo Rey, Defensa Civil en el desastre de La Josefina, en el Seguro Social Campesino, en el INFA y sus 55 Pases del Niño. (O)