Los medios de comunicación, como espacios de incidencia en la dinámica social, tienen la facultad de, por un lado, moldear la opinión pública a través del contenido informativo, educativo y persuasivo; y por el otro, reflejar el ánimo de la sociedad, sus necesidades y su voluntad, a través de un trabajo de escucha activa y reporteo objetivo de los hechos.
Ambos roles -moldear y reflejar- son fundamentales en la consolidación de una sociedad democrática, deliberativa y plural.
Cuenca se ha caracterizado por tener un periodismo que refleja a cabalidad estas dos facultades. Una agenda editorial con diversidad en el contenido y las formas de representación que reflejan cada día las preocupaciones de los ciudadanos, es la evidencia del esfuerzo en las instituciones periodísticas por poner en la palestra pública tanto los temas como los encuadres asociados al desarrollo productivo, político y social con la finalidad de despertar interés y preocupación en la ciudadanía.
Un periodismo con fuerte tradición que, afortunadamente, se renueva cada día.
Sin embargo, pareciera que los tiempos transitan con mayor velocidad y los cambios tecnológicos requieren mejores y más oportunas reacciones por parte del sistema medial.
La inmediatez, el fraccionamiento informativo y la escasez de tiempo obligan a mirar a la tecnología como una aliada del nuevo ejercicio periodístico cuyo éxito ya no radica en la venta del papel, en la seguridad del espectro radioeléctrico, ni en la lealtad de la audiencia, sino en la calidad del contenido.
La industria cultural, más específicamente relacionada con los medios de comunicación, debe asegurar su supervivencia a partir del mejoramiento continuo en sus procesos, en su capacidad de escucha y en la calidad y diversidad de un contenido en un contexto de convergencia medial y multiplataforma.
Un siglo atrás la necesidad era informar y opinar, hoy, el desafío es aún mayor ante la incorporación de la tecnología, de la diversidad de intereses y agendas y la necesidad de hacer un trabajo con calidad e inmediatez.
Los tiempos comprometen a que, en medio de toda la diversidad de complejidades, el servicio no pierda su calidad periodística y sus facultades originales: Moldear y reflejar a la sociedad.
