El volcán Cotopaxi, situado en el corazón de los Andes de Ecuador, volvió a dar señales de actividad con registros de un tremor leve por la emisión de gases, vapor de agua y poca ceniza, que ha hecho recordar su reactivación en 2015.
El Instituto Geofísico (IG) de la Escuela Politécnica Nacional informó que las estaciones de medición sísmica del coloso registraron entre la noche del viernes y la madrugada de este sábado una señal de tremor relacionada, probablemente, a una emisión de gases y ceniza.
La señal del tremor fue «baja», si se compara con la actividad que el volcán registró en 2015, cuando experimentó un repunte y generó constantes exhalaciones de gases y ceniza, añadió el IG en un informe sobre la situación del volcán.
Asimismo, indicó que se ha reportado «una leve caída de ceniza» en la zona del «Refugio José Rivas», a 4.864 metros de altitud, próximo a la cumbre (5.897 metros)
Además, en otro reporte, el IG precisó que luego del tremor, que duró aproximadamente cuatro horas, «el nivel de actividad sísmica del volcán descendió y se mantiene en niveles bajos».
No obstante, la mañana de este sábado el volcán Cotopaxi presentó una emisión de gases y vapor de agua que formó una columna, como nube, que se elevó unos 1.000 metros sobre la cima de la montaña y que, por efecto de los vientos, tomó rumbo al oeste.
Personal técnico del IG se ha desplazado al lugar para efectuar trabajos de campo y conocer más detalles de su actividad, agregó la fuente.
El Cotopaxi, situado en la Cordillera Oriental de los Andes a unos 45 kilómetros al sureste de Quito, presentó su última reactivación el 14 de agosto de 2015, tras estar relativamente dormido por 138 años.
En esa reactivación de 2015, grandes bocanadas de gases, vapor de agua y ceniza perduraron por varias semanas e hicieron activar las alertas en Ecuador, que paulatinamente vio como disminuía su actividad.
El Cotopaxi es considerado peligrosos debido a que está cubierto por un extenso glaciar que puede derretirse con las altas temperaturas, lo que podría poner eventualmente en riesgo a las poblaciones asentadas en su rango de influencia. EFE