El embajador de Francia, Frédéric Desagneaux, estuvo en Cuenca para la clausura del programa PISCCA, en el que estudiantes de la Universidad Politécnica Salesiana crearon herramientas para niños con discapacidad.
La Embajada de Francia, en Ecuador, ayudó con fondos a un grupo de estudiantes de Cuenca. ¿Cuáles fueron los resultados?
Lo que concierne a este proyecto fue muy emocionante. Impresionante ver la dedicación y el compromiso de todos los actores. Este programa de cooperación y financiamiento de la Embajada de Francia se llama PISCCA, y es un proyecto de financiamiento para crear herramientas, como tablets, juegos serios, actividades a favor de los niños y niñas involucradas.
¿En qué se enfocaron con este proyecto?
Bueno, es un proyecto innovador con una conjunción de actores. En este sentido son la Universidad Politécnica Salesiana, la Embajada de Francia, las unidades educativas y otras organizaciones de la sociedad civil. Y desde la embajada tenemos una visión, una prioridad, que es trabajar juntos con las organizaciones. En este caso nos enfocamos en la educación de autocuidado de salud, de lucha contra la violencia de género, la violencia sexual, contra los niños y niñas con discapacidad.
¿Cuánto invirtió la Embajada de Francia en PISCCA?
Aportamos con un monto de 35.000 mil dólares, de un presupuesto total de 60.000 dólares, que está relacionado con nuestra inversión en la educación aquí en Cuenca. Además del proyecto, se manifiesta a través de nuestra Escuela Francesa, con casi 500 alumnos, y la escuela tiene proyectos de desarrollo y ampliación para que pueda acoger a más estudiantes. También la Alianza Francesa de Cuenca, que es dinámica, muy activa, tenemos resultados positivos, en términos de número de alumnos, que cada año vienen a inscribirse para aprender un idioma que les ayuda a entrar al mercado profesional en Francia.
Con el trabajo que apoyaron, y con sus resultados, ¿planean continuar con el apoyo a proyectos de Cuenca?
Yo fui muy impresionado por los resultados y los actores y los socios del proyecto me mostraron. La idea es ampliar y difundir en todo el territorio lo que el proyecto permitió concretar. Ahora contamos con 12 entidades educativas beneficiarias. Pero las herramientas quedan disponibles para todos. Cualquier institución educativa, social, de asistencia puede acceder a ellas. Cada año tenemos convocatorias para recibir candidaturas de parte de la sociedad civil, para que nosotros podamos compartir financiamientos a iniciativas a favor de la sociedad. El enfoque es bastante claro: ayudar a servir a las personas más vulnerables. Proyectos que luchen contra la violencia, principalmente la violencia de género, que ayuden al desarrollo económico sostenible, o que se preocupen de los temas ambientales o trabajen en la reducción de las desigualdades.
¿Cómo se puede presentar un proyecto?
A través del sitio web de la embajada (https://ec.ambafrance.org/), redes sociales, y sus operadores presentes en todo el país, como las alianzas francesas. Tenemos cinco en el país que son replicadores de nuestras propuestas de financiamiento. Se puede acercarse a los programas que ofrecemos a las organizaciones públicas como privadas. Estamos muy deseosos al trabajo conjunto con los representantes de la sociedad civil que presentan la realidad de la sociedad ecuatoriana. (I)
Sobre PISCCA
Estudiantes e investigadores de la Universidad Politécnica Salesiana, a través de PISCCA, crearon una serie de herramientas para el autocuidado de la salud de los niños con discapacidad.
Entre esos trabajos está un dispositivo que refleja, como un espejo, al niño en una pantalla que cuenta con una cámara y un software.
El equipo incluye tres “juegos serios” (actividades con un fin pedagógico) que tienen el objetivo de enseñar, por un lado, a los niños con discapacidad intelectual a cómo lavarse los dientes y las manos.
El dispositivo fue donado al Instituto de Parálisis Cerebral del Azuay para que sus estudiantes aprendan sobre el autocuidado en su salud.