José Chalco Salgado
Recordar la Facultad de Ciencias Jurídicas de la Universidad del Azuay es traer al corazón y memoria varios acontecimientos que agigantan su serena, activa y legítima presencia en el país y en el mundo por sus obras.
Digo obras porque las actividades que ha desarrollado a lo largo de sus 35 años de vida, no se circunscriben específicamente a la formación de abogados y licenciados en estudios internacionales, sino a una tarea fructífera de referencia, acompañamiento, cercanía y protagonismo en el derecho y diplomacia del Ecuador. Faltarían páginas para nombrar sus ejecutorias que han transformado a nuestra sociedad.
Quienes fueron nuestros profesores destacan por una trayectoria de vida hacia la formación académica, adquisición de personalidad y búsqueda del servicio a la ciudad y país. Sus fundadores, son artífices de pensar una Facultad humana que rebase el mero conocimiento del texto de las disposiciones normativas, sino que posean una mirada sensible y crítica, de referente y sapiencia por el mundo jurídico y los estudios internacionales. Hacia resolver los conflictos sociales y procurar una cultura de paz. Sus dos carreras, derecho y estudios internacionales, han aquilatado los justos fines de la creación de la Facultad.
Hoy celebra 35 años de vida institucional y presencia en el país. No ha sido desapercibida. Los graduados de la Facultad han destacado por su espíritu de servicio y la fortaleza de sus acciones en el sector público y privado, en donde muestran un talento por hacer bien las cosas, pensar en los valores de la justicia, democracia, libertad e igualdad; con un profundo sentido de rigurosidad académica, formación y humanismo. ¡Bien por nuestra hoy renovada y fructífera Facultad! (O)
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