Entre risas y con un poco de nervios estaba María Palacios, de 10 años y con discapacidad física, tras sus primeros intentos de manejar la bicicleta. Cuenta que lo que más le gusta de “andar en bici” es la velocidad. Asegura que cuando sea grande no necesitará un auto porque va a ir en la bici a desee.
María es parte de los 6 niños y adolescentes con discapacidades que forman parte del proyecto “Todos en bici”, una iniciativa que busca la inclusión y el desarrollo de personas con discapacidad a través del deporte.
El proyecto se desarrolla en el Parque Inclusivo y cuenta con todos los equipos necesarios para que este grupo aprenda a manejar bicicleta; sin embargo, faltan niños y adolescentes que aprovechen los implementos para desarrollar sus habilidades.
Así lo corroboran Cecilia Valdez y Fabiola Tola, madres de José Galindo y David Flores, dos personas con discapacidad intelectual que han encontrado en el ciclismo una alternativa para canalizar su energía, plantearse retos personales y desarrollar mayor autonomía.
Recorrido en la bici
Antes de las 15:00 del miércoles, 19 de octubre de 2022, José, David, Josué y María, beneficiarios del proyecto, estaban ansiosos por subirse a las bicicletas y empezar el recorrido por el Parque Inclusivo.
Una vez que llegan los guías, los niños y adolescentes se ponen su uniforme, cascos y protectores a espera de sus bicicletas que son facilitadas por los miembros del proyecto.
José, David y Josué ya saben manejar bicicleta. Se despiden de sus padres y van a gran velocidad por la ruta ya establecida que comprende el sendero por la orilla del río y atravesar un puente semicircular.
María todavía aprende a pedalear con la ayuda de su guía, pero se emociona cuando la sueltan e intenta dar recorridos sola.
La práctica dura una hora. Los guías se encargan de traer de vuelta a los beneficiarios que ya conocen su ruta.
Al finalizar todos hablan de lo que vieron y a la velocidad que fueron, mientras sus padres los escuchan atentos y los felicitan por sus logros.
Beneficios para el desarrollo de habilidades
“Mi niño antes no socializaba en su colegio. Ahora habla con los profesores e invita a sus compañeros a hacer ciclismo. Es más independiente y nunca quiere faltar a su práctica”, dice Cecilia Valdez entre lágrimas de alegría.
Aurora Alvarado, coordinadora del proyecto, concuerda con Cecilia.
Comenta que durante los dos años que lleva el proyecto varios niños y adolescentes con discapacidades han encontrado en el ciclismo la herramienta para desarrollar capacidades motrices y sociales.
Una de las experiencias que la coordinadora más recuerda es cuando María Palacios dio sola sus primeros pedaleos en la bicicleta.
“María me calló la boca. Es una niña con discapacidad física. Dudé que pudiera lograrlo, pero cuando lo hizo me di cuenta de que estos guaguas no tienen límite y ver su alegría fue tan gratificante”.
María entre risas cuenta que le encanta manejar bicicleta, que cuenta con el apoyo de sus padres y que manejar la bici a veces le salva de realizar sus tareas escolares.
Para Fabiola Tola, contar el gran vínculo que ha formado con su hijo gracias al ciclismo es motivo de orgullo.
Ellos se quedan después de la práctica general para recorrer más espacios, ya que para David la bicicleta es su mejor acompañante.
Vencer los temores
Aurora Alvarado cree que entre las causas para que pocas personas asistan a este proyecto están el desconocimiento y el temor de los padres de exponer a sus hijos a practicar deportes y sufrir lesiones.
Por eso invita a todos los representantes de personas con discapacidad a incluir a sus representados en iniciativas como esta que cuenta con todos los equipos gratuitos y guías capacitados que brindan seguridad y confianza a todos quienes llegan a ser parte de esta familia.
Cecilia Valdez cuenta que al principio tenía mucho temor porque el río está cerca, pero cuando vio que lo guías los acompañan y siempre están pendientes le dio más seguridad y tranquilidad.
Vicente López, padre de Josué López, un adolescente con Síndrome de Down, concuerda con Valdez al mencionar que como padres de personas con discapacidad protegen mucho a sus hijos y “no los dejan desarrollarse”.
Ellos como representantes hacen un llamado a todos los padres de familia que tienen miedo de incluir a sus hijos con discapacidades en actividades físicas, ya que el cambio en su salud física y emocional es increíble.
“Queremos que vengan más niños y adolescentes, que se beneficien de estos espacios, que desarrollen capacidades y encuentren en las bicis el escape y la alegría que a todos nos hace falta en la vida”, dice Aurora Alvarado.
Contacto
El proyecto Todos en Bici ofrece espacio y equipos para todas las personas con discapacidad que quieran mirar al ciclismo como una alternativa para desarrollarse.
Ellos se encuentran todos los miércoles a las 15:00 en el Parque Inclusivo ubicado en la calle Francisco de Orellana, al sur de Cuenca.
Puede contactarse con ellos a través de redes sociales como Mujeres en Bici-Ecuador o llegar al Parque Inclusivo los días miércoles con ropa cómoda y una botella de agua para iniciar los entrenamientos.