La doctora Ana María Cetto, profesora e investigadora del Instituto de Física de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), ha admitido este miércoles que el campo de la física cuántica está muy “mal entendido entre la sociedad porque, en buena medida, los científicos no hemos sabido comunicar”.
A juicio de Cetto, resulta imprescindible un ejercicio de mejora de cara a implicar a los ciudadanos en esta especialidad.
Con motivo de la celebración en Compostela de la quinta reunión iberoamericana de ministros y ministras de Ciencia, Tecnología e Innovación, la científica mexicana especializada en física teórica mecánica cuántica ha explicado, en una entrevista con EFE, que este campo de investigación es “lejano” para la población no especializada porque aborda cuestiones que “no son tan cercanas a nuestra intuición” y que requieren un “esfuerzo adicional”.
Con todo, si se explicasen de una forma “más sencilla y fluida”, bajo su parecer, la materia generaría más interés.
En este sentido, la experta señala que las “aplicaciones y usos concretos” de la mecánica cuántica son “cada vez más cercanos a nosotros” y el mayor ejemplo está, como expone, en el teléfono móvil.
“¿Qué hay más cercano que el teléfono móvil si estamos cargando todo el día con él?”, sostiene Cetto, que opina que en el corto plazo el ámbito de las comunicaciones será el campo que más se beneficie de las tecnologías cuánticas sobre todo en cuanto a ciberseguridad o encriptado de datos, entre otras cuestiones.
“En la comunicación las características de los sistemas cuánticos pueden producir una verdadera revolución porque permiten la comunicación encriptada, a distancia, más efectiva, más segura. Este es un tema de muchísima actualidad”, argumenta la doctora especialista en física.
Desde su prisma, para acercar esta materia a la sociedad, lo que hace falta es “pedagogía” en su ,puesto que la física cuántica es un “campo abierto” y es cierto, asume, que “ni nosotros los especialistas la entendemos bien”.
Esta falta de aproximación de la física al público común genera, en su opinión, “mucho malentendido” entre la población puesto que todavía hay quienes creen “en universos paralelos o en la teletransportación, cosas que nosotros, los científicos, sabemos que no son ciertas”.
Ana María Cetto piensa por tanto que a este campo todavía le queda mucho por evolucionar y avanzar y por ello reivindica el “reconocimiento bien merecido” que han recibido los científicos Alain Aspect, John F. Clauser y Anton Zeilingier, que el pasado mes fueron distinguidos con el Premio Nobel de Física 2022 por sus investigaciones sobre el poder de la mecánica cuántica, que han despejado el camino para nuevas tecnologías basadas en información cuántica.
Según esta científica mexicana, los ganadores, pioneros en la ciencia de la información cuántica y que llevaron a cabo experimentos innovadores utilizando estados cuánticos entrelazados, “han contribuido mucho a visibilizar y dar a conocer los estudios que tienen que ver con fundamentos y aplicaciones de física cuántica”.
Por último, Cetto también pone en valor la celebración de la reunión Iberoamericana de Ministros y Ministras de Ciencia, Tecnología e Innovación como forma de “potenciar y dar más visibilidad” a las publicaciones que se realizan en idioma español y portugués, puesto que la ciencia es un campo en el que “ningún país se debe quedar atrás”.
Puntualiza Cetto que pese a que en el desarrollo de la ciencia el foco siempre está puesto en “otras latitudes” y en los “países más desarrollados”, actualmente los países iberoamericanos también tienen mucho que aportar y, para ello, requieren del respaldo de sus gobiernos e instituciones.
Por ello, la experta ve en esta reunión una “oportunidad de oro” para conseguir ese altavoz tan necesario “porque lo que publicamos en las revistas de nuestros países también es de un gran valor”.
“Los sistema de evaluación han estado muy orientados hacia lo que se determina como ciencia de calidad en otras latitudes y con esto se da la espalda a lo que nosotros mismos publicamos en nuestras regiones y eso es un contrasentido”, resume al respecto.
Y pide a los poderes públicos un “acercamiento” a la ciencia que favorezca una “mayor comprensión de nuestro trabajo”. EFE