El transporte urbano inició prestando sus servicios en Cuenca con buses muy particulares. Así, por ejemplo, se encontraban unidades con carrocerías de madera.
Rodrigo Rodríguez incursionó en el área de la transportación en el año 1976, tiempo en el cual ha sido testigo de importantes cambios en la ciudad.
Continúa siendo socio de la cooperativa Tomebamba, ahora llamada Compañía de Transporte Urbano Tomebamba – Comtranutome, en la cual comenzó a trabajar con un vehículo Ford 600, modelo 1968, que lo compró de segunda mano y traía la carrocería de madera.
Luego adquirió un Ford, modelo 1978, junto con otros socios. Los chasis se compraban por intermedio de la firma Semería y se enviaban a carrozar en Varma e Indumesa.
“Hicimos un gran esfuerzo por comprar una flota de 30 buses. Los dirigentes siempre nos estimulaban a endeudarnos para ir renovando nuestras unidades”, aseveró.
Estos automotores eran conocidos como los “Ford trompudos” porque disponían de un cofre en la parte de adelante.
Antes, en 1976, adquirieron seis unidades Botar, que fueron la “sensación en Cuenca” por su diseño, pues no venían con cofre. Es así que se les “bautizó” como “ñatos” o “mochos”.
También recuerda que la actual Compañía Cuenca de Transporte Urbano – Comcuetu, antes Cooperativa 12 de Abril, considerada “la madre” de todas las operadoras cuencanas, adquirió un lote de buses, modelo 1979, con carrocería americana que también causaron novedad en la ciudad.
Rodrigo Rodríguez señala que la evolución no solamente ha generado cambios en las unidades sino también en el ámbito social.
Así, por ejemplo, los choferes contaban con un ayudante o cobrador, conocido también como “chulío”, un término que “no debe ser despectivo porque fue un trabajo noble y muy sacrificado”.
Además, recuerda que los buses tenían una parrilla, donde se colocaba la carga. Los pasajeros a veces viajaban ahí o colgados en la puerta cuando iban a “full” o “reventando”.
“Transportábamos principalmente cargas de leña, carbón, paja, por caminos de tercer y cuarto orden”, dijo el chofer profesional que antes se dedicaba a la joyería.
A Rodrigo Rodríguez también se le vino a la mente que en el transporte urbano antes había “peleas” por los pasajeros. Entre las cooperativas había “el famoso aguante” (ir lento para captar más usuarios) para recaudar más dinero.
Este problema ahora se ha solucionado con el fondo común, que, además evita el “machete” (término que se usaba cuando los ayudantes se quedaban con parte del dinero cobrado por los pasajes), recuerda entre risas.
“Hicimos un gran esfuerzo por comprar una flota de 30 buses…Transportábamos principalmente cargas de leña, carbón, paja, por caminos de tercer y cuarto orden”.
Rodrigo Rodríguez, chofer profesional.
Flota renovada con unidades ecológicas
Cuenca hoy en día cuenta con la flota de buses más moderna del país, destaca Diego Idrovo, presidente de la Cámara de Transporte de Cuenca (CTC).
El dirigente añadió que iniciaron a renovar la flota en el 2018, tras aprobarse una ordenanza. Así, existen modelos 2013 (8), 2014 (19), 2016 (4), 2017 (12), 2018 (25), 2019 (249) y 2020 (158).
Entre las innovaciones que sobresalen está la implementación de la caja común y el sistema integrado de recaudo que permite obtener varios datos como posicionamiento.
“Empezamos a desmaterializar el dinero y a utilizar tarjeta electrónica para el pago, a pesar de la incredulidad y desconfianza de los usuarios”.
Diego Idrovo, presidente de la CTC.
Idrovo también recalcó que también son pioneros en realizar el “control directo de la operación”, a través de sistemas de geoposicionamiento y videovigilancia, que inclusive sirven para atender reclamos de usuarios. Como parte de la infraestructura cuentan con un centro de operación.
Los modernos buses ecológicos fueron fabricados con especificaciones y normativas técnicas.
Entre otras características de las unidades, que tienen una capacidad entre 80 y 90 pasajeros, se han implementado tres puertas, una de ingreso y dos de salida, y elevadores para personas con discapacidad. Al interior existen letreros anunciando las paradas, “para ya no recoger pasajeros en cualquier parte”.
Antes disponían portabicicletas, pero se dejó de usarlas porque las unidades son grandes y las calles pequeñas.
ALGUNAS CIFRAS
30 centavos, más cuatro de subsidio que cubre la municipalidad de Cuenca, es actualmente el costo del pasaje urbano. La media tarifa aplica para estudiantes, personas con discapacidad y adultos mayores.
60 millones de dólares invirtieron los socios de la CTC para renovar la flota.
475 buses forman parte de la Cámara de Transporte de Cuenca.
320.000 pasajeros transportan actualmente las operadoras a diario. Antes de la pandemia llegaron a 400.000.