- Llame a la Central por timbre con el receptor en su lugar.
- Levante enseguida el receptor para atender la contestación de la Central.
- Indique el número que desee y que lo hallará en la lista de abonados.
- Una vez que la Central haya hecho la conexión llame nuevamente por timbre al abonado.
- Terminada la conferencia, dé unas pocas vueltas a la manivela con el receptor en su lugar.
Era parte del instructivo que se incluía en la guía telefónica de 1927, cuando llegó a Cuenca la primera planta de teléfonos automáticos del país, un servicio privado, que llegó para reemplazar a los tradicionales mensajeros y fue criticado en la época.
Sin embargo, esto marcó el inicio de una evolución que ha ido de la mano con los avances de la ciencia y la tecnología.
Pionera
“Cuenca ha sido una de las ciudades más innovadoras y es pionera con la primera planta automatizada de teléfonos del país, un servicio implementado por Luis Vega Acha”, cuenta el investigador Jaime López Novillo.
Esta planta, de rudimentaria tecnología, estaba ubicada en un espacio en las calles Padre Aguirre y Bolívar
El costo de la suscripción era 4,5 sucres, un servicio considerado un privilegio para “gamonales” o pudientes, por lo que no prosperó.
Esta fue la base para que el Ayuntamiento de la época formara una empresa municipal para dotar de servicios básicos a la ciudadanía, en primera instancia, de energía eléctrica y agua.
En 1949, el Concejo Municipal presidido por Joaquín Moscoso Dávila acordó instalar mil líneas telefónicas con la empresa suiza Ericsson.
En 1954 se amplió la planta con mil líneas adicionales; hasta que en 1968 nació ETAPA y Cuenca contaba con las dos mil líneas, cifra que fue en incremento conforme con la demanda y el crecimiento poblacional.
Servicios
“Luego de Ericsson viene la compañía Alcatel, que evolucionó de centrales mecánicas a centrales digitales, es decir, incluía computadoras y servidores», explicó Ricardo Urgilés, administrador del área de Telefonía y Transmisiones de ETAPA.
«Alcatel inició por la década de los 80 y en los 90 evolucionó con nuevos servicios como discado directo internacional y Memo Box”.
Ricardo Urgilés, administrador del área de Telefonía y Transmisiones de ETAPA.
ETAPA ha desarrollado servicios para distintos segmentos con telefonía inalámbrica y telefonía pública, con el despliegue de cabinas virtuales en distintos puntos de la ciudad.
Sin embargo, la telefonía fija y móvil presenta una tendencia descendente debido a los alcances de la Internet, que ofrecen conectividad mediante aplicativos y otras herramientas.
En sectores urbanos y rurales del cantón Cuenca se encuentran instalados Teléfonos Públicos Inteligentes, equipados con tecnología de punta y con el sistema multipago.
Los usuarios pueden contactarse a cualquier lugar del mundo ya sea con la tarjeta prepago de ETAPA o con monedas de libre circulación.
El candado y el Memo Box
Alberto tiene 47 años, pero recuerda que cuando era joven sus padres colocaban un candado al teléfono para controlar las llamadas y limitar el costo de la factura.
“En ese entonces se tenía que pedir autorización para llamar, muchas veces se hacía llamadas de broma”, expresa. Sin embargo, había jóvenes que hacían sus trucos y se comunicaban, pero se enfrentaban a que sus padres desconectaran el teléfono o lo escondieran.
Una de las primeras “redes sociales” para los cuencanos fue el “Memo Box”, un servicio de mensajería en el que se hacía amigos accediendo a un buzón.
“Se marcaba un número, la clave personal y se accedía (…) se podía responder, pero los mensajes tenían que durar unos 30 segundos”, recuerda entre risas, José de 44 años. (PNH)-(I)
CIFRAS
1.000
líneas telefónicas instaló la empresa suiza Ericsson, un servicio que operó desde 1949 e incrementó posteriormente.
17
millones de líneas móviles en operación hay actualmente en Ecuador, para una cobertura de 94,7 %, según Arcotel.
DATOS
Por los años 90, el teléfono era también una herramienta para ganar dinero, porque se instalaba en tiendas para uso público y se cobraba por minuto.
Cuenca se convirtió en 1949 en la primera ciudad del Ecuador en contar con una planta automatizada de teléfonos, gracias a la diligencia de Luis Vega Acha.
