Desde el comienzo de semana han saltado a los medios de comunicación terremotos registrados desde Nepal hasta las islas Fiji, Italia, Chile o Afganistán, una serie de seísmos que no tienen relación entre sí y se trataría de una simple coincidencia.
En ciencia, “hasta que se demuestre lo contrario, todo puede ser, pero no hay ningún mecanismo conocido que permita explicar por qué las fuerzas que generan un terremoto en Fiji tendrían que acaba provocando otro en el norte del Adriático”, señala a EFE el sismólogo Jordi Díaz.
En todo caso, “cuesta imaginar cómo sería el proceso y, por tanto, hasta donde llega el conocimiento, la respuesta es que no tienen relación”, indica el investigador de Geociencias de Barcelona, del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (GEO3BCN-CSIC).
De los últimos seísmos, el más importante se produjo anoche en el oeste de Nepal, de 5,6 grados, que ha causado, al menos seis muertos.
Hoy, se han registrado movimientos de tierra en la región italiana de Las Marcas (centro) de 5,7 grados; en Tokio, de 5 grados; y tres en el sur de la islas Fiyi, de 7 grados, 6,8 y 6,6, sin que se haya informado de daños significativos.
Un sismo de 5,3 grados sacudió ayer la zona centro-norte de Chile, también sin víctimas o daños graves y el lunes la tierra tembló en el noroeste de Afganistán con 5,4 grados de magnitud.
Díaz dice que terremotos hay “muy a menudo”, pero “afortunadamente la gran mayoría ocurre en sitios poco poblados o causa pocos daños”, lo que suele pasar es que hay una “especie de efecto llamada en los medios de comunicación cuando hay uno grande y, durante las semanas siguientes, están más atentos a otros que se produzcan”.
El investigador indica que es verdad que hoy ha habido esta sismicidad, pero “no debería haber ninguna conexión entre ellos, son sitios muy distantes y procesos tectónicos completamente independientes unos de otros”, por lo que sería “una simple coincidencia”, aunque “si alguien demuestra lo contrario, lo miraremos”.
Sin embargo, reitera que, “en el estado actual de conocimiento de la física y la dinámica del interior del planeta, no hay ninguna explicación, en principio son solo una casualidad estadística”. EFE