Las obras de Van Gogh en un museo interactivo en Cuenca

Un holograma de Van Gogh, una sala de girasoles, una galería con las réplicas de los cuadros más icónicos del pintor neerlandés, y una habitación que permite adentrarse a sus obras, conforman “Van Gogh, el sueño inmersivo”, un museo itinerante que se levantó en el Parque de la Madre, en Cuenca.    

A diferencia de un espacio expositivo y silencioso, “Van Gogh, el sueño inmersivo” fue pensado para que las personas vivan una experiencia multisensorial a través de la vida y obra del autor de “La noche estrellada”.

Música ambiental, proyecciones sobre telas, una recreación del cuadro de “El dormitorio en Arlés” y un espacio en donde el espectador pareciera que forma parte de las pinturas de Van Gogh ofrece el museo que ya ha pasado por seis países.

“Lo que queremos es que la gente que no puede viajar, pueda tener la oportunidad de poder vivir esta experiencia. Uno se traslada a muchos lugares, a muchos cuadros de Van Gogh. Y más que nada queremos que se aprecie el arte de una manera muy diferente”, dijo Andrea Delgado.

Andrea es la persona que está a cargo de que funcione el museo, tanto desde su organización como de la parte interna.

Ella es quien guía a un público que, al entrar al museo, ya se sorprende con el holograma de Van Gogh, que se relaja en el cuarto de girasoles, que se impregna con los cuadros expuestos y que se maravilla con las proyecciones en la sala inmersiva.

“Lo que quisimos traer es educación, arte. Principalmente educación. Educar al público con una propuesta distinta”, agregó Andrea.

Esta semana, el museo interactivo está dedicado a recibir a los estudiantes de las escuelas y colegios de Cuenca. Y en estos dos días, el objetivo de los organizadores de la exposición se está cumpliendo.

Estudiantes alzando la mano, estudiantes haciendo preguntas, estudiantes adentrándose a la obra del pintor neerlandés porque hay la interactividad prima en el espacio que se ambientó en el Parque de la Madre.   

Funciones

El museo interactivo estará funcionando hasta el 1 de diciembre. El público podrá pasearse por las salas de lunes a viernes, de 15:00 a 21:00, y los fines de semana, de 10:00 a 21:00.

El costo de entrada es de diez dólares. Los boletos se pueden adquirir en la página web https://www.meet2go.com/vg/vangogh o en las boleterías físicas que se encuentran en las afueras del museo.

El montaje del museo interactivo

La parte más difícil de un museo interactivo es el montaje. Por lo menos eso piensa el equipo técnico que está detrás del funcionamiento de Van Gogh, el sueño inmersivo.

En el caso de Cuenca, el equipo necesitó 72 horas para calibrar los 22 proyectores que tiene el museo, para colocar las pantallas y para hacer múltiples pruebas.

Para Marcelo Heredia, quien dirige el lado técnico, Cuenca ha sido la ciudad más difícil para levantar el espacio. Por sus climas cambiantes, Marcelo todos los días debe estar pendiente que los proyectores funcionen correctamente.

“Tenemos que acomodarnos de distintas maneras… hemos tenido que ir modificando por el viento, que me mueve las pantallas. Ha sido un reto estar en Cuenca”, contó Marcelo a diario El Mercurio. (I)

Andrés Mazza

Periodista y fotógrafo. Escribe sobre cultura, educación, migración y astronomía.

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