No es desconocido que el fútbol es un gran catalizador de emociones, tanto positivas como negativas, por eso es importante saber cómo gestionarlas para evitar efectos en la salud. Por ejemplo, la ira, la ansiedad o la sensación de bienestar son algunas sensaciones que pueden generar un partido de fútbol a sus hinchas, sobre todo a quienes son excesivamente aficionados. Pensando en esta realidad y en el contexto del Mundial de Fútbol Qatar 2022, Stefanía Arias, médico de Farmacias Económicas, recomienda varios ejercicios para disfrutar de la fiesta del fútbol en lugar de convertirlo en un dolor de cabeza.
“Un partido de fútbol puede repercutir en la salud física y mental de un aficionado, generando desde violencia verbal, agresiones físicas, ira, insomnio, hasta infartos al corazón, inclusive un bajo rendimiento en el trabajo y estudios. Por eso es importante mantener un control adecuado de las emociones y eso se puede conseguir mediante prácticas sencillas y fáciles de aplicar, como por ejemplo, evitar el consumo de alcohol mientras se observa el partido, evitar reuniones con personas conflictivas, mantener la calma, entre otros», añade la doctora de Farmacias Económicas.
Antes de entrar en materia, vamos a revisar los principales efectos del fútbol en la salud de las personas:
- Liberación de endorfinas: Disfrutar de una actividad genera las llamadas ‘hormonas de la alegría’, mismas que crean una sensación de bienestar a las personas y puede favorecer a la reducción del dolor, en caso de personas con enfermedades.
- Generación de dopamina: Ver ganar al equipo favorito o presenciar un gran gol puede generar placer, responsable de la dopamina, un sistema de recompensa cerebral que ayuda a mantener el equilibrio en el organismo,
- Producción de serotonina: De igual manera, ser parte de algo que gusta a una persona mejora el estado de ánimo y convierte todo lo relacionado con este deporte en mensajes positivos.
- Ira: Es una reacción negativa que se genera cuando una persona no obtiene una respuesta o resultado esperado. Está acompañada por sentimientos de enfado, adopción de una conducta hostil y reacciones motoras o cardiovasculares. Inclusive, puede generar presión alta.
- Estrés: La afición excesiva también puede generar estrés, un sentimiento de tensión física o emocional, que se genera ante cualquier situación o pensamiento que hace sentir a las personas frustración, furia o nervios.
- Violencia física: Asimismo, frente a una excesiva afición a un equipo y a resultados no esperados puede llevar a la agresión física, que es una conducta dirigida a causar daño a personas y/o cosas.
- Problemas para conciliar el sueño: Obsesionarse con los resultados de un partido, la pérdida o ganancia de un equipo puede ocasionar insomnio, ya que la persona se encuentra intranquila.
- Ansiedad: De igual manera, pensar en los resultados y el desempeño de un equipo en exceso pueden generar ansiedad, lo cual afecta a la salud emocional de la persona.
Recomendaciones para vivir la fiesta del fútbol:
- Evitar reuniones con personas conflictivas.
- Previo a los partidos, es importante hacer ejercicios de recordación sobre que el fútbol es un juego creado para divertirse y disfrutar. Esto puede ayudar cuando la frustración comienza a salirse de las manos.
- Meditar y decidir cómo comportarse antes de someterse al partido de fútbol. Este ejercicio debe considerar el impacto que puede generar las acciones de la persona, a fin de identificar consecuencias negativas en el entorno y las personas que lo rodean.
- Identificar el desencadenante de la ira o de las otras emociones negativas que se pueden generar como ansiedad, con el fin de evitar someterse a esas situaciones o realizar ejercicios previos en donde la persona tenga conciencia de que esas situaciones para enfrentarlas de manera adecuada: entendiendo que es normal sentirlas, pero no dejarse dominar por las mismas.
- Evitar el consumo de alcohol mientras se observa el partido, ya que las bebidas alcohólicas son un depresor del sistema nervioso, es decir, hacen más lenta la actividad cerebral y puede cambiar el estado de ánimo, comportamiento y autocontrol de la persona.