El domingo 20 de noviembre a las 11:00 el corazón de los más de 17 millones de ecuatorianos palpitará más fuerte. Las emociones de un nuevo mundial, en tierras árabes, nos embarga en un solo grito de gol. Durante un mes las charlas entre amigos y la familia serán de los goles y las gambetas.
Es que todo se ha futbolizado. Los restaurantes, cafeterías, telefónicas y demás comercios ofertan promociones mundialistas. Sin duda, es una fiebre que la sienten desde los más pequeños hasta los más grandes. En estas semanas estaremos hiperconectados a las pantallas de los televisores y de los dispositivos móviles.
Hasta la política pondrá sus ojos en el mundial. Ya verá a unos cuantos candidatos mirando el futbol en barrios populares o mercados con sus rostros pintados con los colores de la tri. Es que no hay como perder tiempo. Luego del mundial nos llega Navidad y Fin de Año y a las pocas semanas estaremos presentes en las urnas.
Por esta temporada, los electores se olvidarán de los niveles de inseguridad, del desorden de la ciudad, del tráfico colapsado por las obras a última hora, por los tanqueros enviados a entregar agüita a privados, por el pésimo estado vial y el sinnúmero de ofrecimientos que quedaron solo en palabras.
Por eso, las autoridades que buscan una reelección se pondrán creativos y querrán ajustar sus propuestas al ámbito futbolístico. O si no, mire las redes de la Municipalidad de Cuenca y verá un spot publicitario con un tinte deportivo – político. Le doy un pequeño entremés. Un balón rueda por las obras realizadas en esta administración municipal.
En fin, en el entretiempo se suscribirán contratos publicitarios por miles de dólares. Tratarán de convencer a la hinchada para que los alienten a permanecer en los alargues, por cuatro años más. En todo caso, tenga listo el kit mundialista y prepare su garganta para gritar los goles de la selección. ¡A ganar! (O)
