Para asegurar la inclusión del talento, las habilidades, la experiencia y la energía de las mujeres, es necesario implementar una política corporativa que fortalezca fuertemente la política de igualdad de género de las compañías y las traduzca en acciones concretas y medibles en el corto y mediano plazo. La crisis provocada por la pandemia ha provocado un deterioro del mercado laboral de Ecuador, que afecta de manera desproporcionada a las mujeres.
Ecuador tiene el reto de crear una sociedad más estable y justa que alcance los objetivos de desarrollo, sostenibilidad y todos los derechos humanos de las mujeres. Según la última Encuesta Nacional de Empleo, Desempleo y Subempleo publicada por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC), que recopiló datos a diciembre de 2020, se observó que solo 2 de cada 10 mujeres participaban en la fuerza laboral, suficientes oportunidades de empleo; por lo tanto, persisten las brechas de género en el acceso a empleos de calidad. Estos indicadores indican la posición de desventaja de las mujeres en varios aspectos.
Ante esta imagen desfavorable, debemos hacer un llamado a la lucha contra la violencia contra las mujeres y la eliminación de las diferencias de género para cambiar esta realidad, empoderar a las mujeres para que puedan participar completamente en las actividades económicas del país y así construir una economía fuerte en el Ecuador. (O)