Mientras sigue el contrapunto entre si es conveniente o no, tanto desde la perspectiva económica como ecológica, la explotación minera a gran escala en los páramos de Cuenca y Girón, surge otra iniciativa conservacionista.
La Comisión de Medio Ambiente, del Concejo Cantonal de Cuenca, pide se declare como Área de Conservación y Uso Sustentable una superficie de
26. 695 hectáreas. Abarcan cinco parroquias rurales: Baños, San Joaquín, Tarqui, Chaucha y Victoria del Portete.
Identificada como Yanuncay-Zhucay, en esta área existen ecosistemas conectados a otras dos áreas protegidas: Parque Nacional Cajas y Área Nacional de Recreación Quimsacocha.
Áreas protegidas “son espacios geográficos claramente definidos, reconocidos y gestionados, mediante medios legales u otros tipos de medios eficaces para conseguir la conservación a largo plazo de la naturaleza y de sus servicios ecosistémicos y sus valores culturales asociados”.
Se las declara así cuando están bajo algún tipo de amenaza. De acuerdo a la Comisión, con la solicitada se busca proteger páramos y bosques, considerados como áreas de recarga hídrica, fundamentales para abastecer a las plantas potabilizadoras de Sústag y Nero.
En 2021 el Concejo Cantonal aprobó otras tres Áreas de Conservación: Mazán, Curiquingue-Gallocantana y Machángara.
Según expertos ambientales, dentro de esos espacios ya no podrán darse permisos para nuevos proyectos mineros.
La Yanuncay-Zhucay, cuya declaratoria se pide, atraviesa áreas donde están proyectos como Río Blanco y Loma Larga.
Además hay zonas pobladas. Pero la propuesta “no implica la extinción de los derechos de posesión o de propiedad pública, privada o comunal preexistentes”.
Le corresponderá al alcalde Pedro Palacios someterla a debate en el Concejo Cantonal cuya resolución, de aprobarse, significará otro paso positivo dentro de las políticas conservacionistas del medioambiente.