Twitter ha cerrado su oficina en Bruselas, generando temores entre los funcionarios de la Unión Europea (UE) sobre si la popular plataforma se acogerá a las nuevas reglas del bloque comunitario sobre contenido online, según informa este jueves el diario británico Financial Times (FT).
El periódico recuerda que Julia Mozer y Dario La Nasa, que estaban a cargo de la política digital en Europa, dejaron la compañía la pasada semana, según revelaron cinco personas que estaban al tanto de esos movimientos.
Esos ejecutivos habían estado al frente de los esfuerzos de la empresa para cumplir con el código de desinformación de la UE y con la Ley de Servicios Digitales del bloque europeo, que entró en vigor la pasada semana y detalla nuevas normas sobre cómo deben los gigantes tecnológicos mantener seguros a los usuarios online.
Además, el FT señala que otros ejecutivos de Twitter en la oficina de Bruselas dejaron sus puestos a comienzo de mes, debido a los recortes ejecutados por la compañía, que despidió a la mitad de su fuerza laboral.
Según el diario británico, las salidas en la oficina de Bruselas revelan una tendencia global que va desde India a Francia, en la que ejecutivos locales de Twitter que han desempeñado posiciones claves para lidiar con funcionarios gubernamentales se marchan de manera abrupta de la organización.
Esto ha generado una creciente inquietud sobre si la empresa cuenta con personal que vele por el cumplimiento con la legislación local que atañe al contenido online.
En declaraciones al FT, Vera Jourová, en la vicepresidencia de la UE a cargo del código de desinformación, manifestó su «preocupación ante las noticias de despidos de una cantidad tan grande de personal de Twitter en Europa» y señaló que «si quieres detectar de manera efectiva y adoptar medidas contra la desinformación y propaganda, esto requiere de recursos».
«Especialmente en el contexto de la guerra de desinformación rusa, espero que Twitter respete en su totalidad la legislación de la UE y honre sus compromisos. Twitter ha sido un socio muy útil en la lucha contra la desinformación y el discurso de odio y esto no debe cambiar», dijo. EFE