Lo he sentido. Y mucho a la partida de Pablito Milanés. Su piano y guitarra. Su voz y letra. Los últimos conciertos acompañando sus canciones con violoncello a media luz. Su conexión con el más allá para traer canciones que involucran y mueven a los más íntimos sentidos.
Indiscutible artífice de un género musical propio y para todo el mundo. Pensador incansable del amor, de la sensibiliad, de la realidad social y de la belleza de la vida.
En sus inicios fue parte activa del naciente estilo musical feeling, en el cual los sentimientos y emociones del cantante determinaban la interpretación de una canción. Heredó y construyó un propio estilo. Sí. Pablo Milanés fue un gigante cantautor que con sus letras y melodías trascendió a más de una generación. Influencia directa de nuevos músicos, productores y compositores. Su enorme lista de discos publicados da muestra de la naturaleza de su pasión y emoción blindada de talento que unió y contagió a tantos.
Ausente de pretensiones y lleno de carisma. Su interpretación tan dulce y sensible, creativa y sensata con las letras, fue el cimiento para la trova cubana. Es Yolanda y el Breve Espacio; pero trasciende a Los Días de Gloria, porque No Ha Sido Fácil; y muestra una sensibilidad Para Vivir, acompasar las emociones y encontrar la magia de El Amor de Mi Vida. De hecho, Cuánto Gané Cuánto Perdí, dónde andarán los amigos de ayer, aquella novia fiel que siempre dije amar.
Ya ves, fue una de sus canciones preferidas, la fuerza de su voz y el juego con el piano, entre aves que retornaran, entre gotas de lluvia que trascienden el alma, hojas de otoño que en el pecho durmieron y aquel rayo de sol que se negó a acompañar por los senderos ausentes de luz.
Que lindo fue por tanto tiempo -como diría Pablito- despertar, vivir, sentir la sensación de crecer, saber, dudar, pedir, brindar, recorrer el último camino que lleva hacia la identidad; junto a su música y letra. Yo diría a su voz. Hoy se resiente el corazón a saber que no está más en esta dimensión. Se resiste. Pero también abraza la felicidad al saber que Pablo Milanés nos dejó tanto, quizá la vida, aún más en este tiempo al que le hace falta urgente el amor y el corazón. ¡Gracias Pablo! (O)