Ecuador celebra su increíble participación en el Mundial 2022, el futbol nos convoca, nos hermana, nos emociona y nos viste de amarillo. Ganar al dueño de casa, empatar con la naranja mecánica, ya es victoria.
Pero casa dentro las cosas son otras. Cerramos noviembre con nubes negras. Mientras marcho con activistas por el Día de la No Violencia, gritando “Vivas Nos Queremos”, me cuentan del asesinato a dos niñas en una casa en Guayaquil, el criminal las degolló. Se hace el silencio en el grupo. Luego comentan del femicidio de esta semana en Tena, el hombre mató a su mujer frente a sus dos hijos. Otra vez gritamos “Ahora que estamos juntas, ahora que si nos ven…”
El día a día en la defensa por los derechos de las mujeres está lleno de risas y lágrimas. Quienes trabajamos contra la violencia sabemos que la violencia no descansa, y nos agotamos y nos frustramos, pero también sabemos que esto salva vidas, que apostamos un mundo mejor y que estar en la calle tiene sentido, ahora más que nunca. (O)
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