La reciente crisis laboral de Twitter deja al descubierto la importancia que el talento humano tiene en las empresas. Elon Musk ni bien asumió la propiedad de esta red social, decidió despedir a la mitad de sus empleados, sin considerar, que despidos masivos tienden a generar un éxodo entre aquellos que no fueron despedidos, pero que prefieren salir cuanto antes hacia otros empleos en los que se sienten más cómodos y, sobre todo, en los que sienten mayor seguridad, estabilidad laboral y coherencia entre su pensar y los principios de la empresa; lo cual se evidenció nuevamente el pasado jueves cuando al negarse a aceptar los términos laborales impuestos por el multimillonario, cientos de empleados, presentaron su renuncia.
Si bien ningún empleado es indispensable, son el recurso más valioso de las empresas, como afirma David Freedman en su libro Corps Business (2001), sobre todo cuando llevan puestos la camiseta de la institución, y se sienten orgullosos de hacerlo. Estudios demuestran que las herramientas técnicas y recursos son secundarios en el éxito de una empresa luego de la calidad de sus empleados. En concordancia con esto, Simon Sinek comenta en muchas de sus charlas que, si las empresas contratan a sus empleados simplemente porque están capacitados para realizar un trabajo, estos empleados trabajarán por el dinero, mientras que si se contrata a los empleados porque comparten las mismas creencias y principios que la empresa, además obviamente de estar capacitados para el trabajo en cuestión, pondrán no solo su trabajo, sino también su corazón, sudor y lágrimas para sacar adelante a la empresa.
Así pues, no se trata de tener un equipo muy grande, sino el equipo correcto al que se debe cuidar para beneficio mutuo. (O)
@ceciliaugalde