Para algunos será su primera vez. Para otros será un retorno. Sea como fuere, por primera vez, las personas sordas del Ecuador, que no hayan culminado el bachillerato, tendrán un programa educativo exclusivo para terminar el colegio.
A través de la modalidad a distancia y virtual, todas aquellas personas que tengan 15 años o más, y que hayan cursado hasta el tercer curso de secundaria, podrán formar parte del programa creado por el Ministerio de Educación.
La propuesta educativa, explicó la coordinadora de la zona 6 del Ministerio de Educación, Joana Abad, durará quince meses. Cada nivel del bachillerato (primero, segundo y tercero) se desarrollará por cinco meses.
Previo a las clases, que contarán con el acompañamiento de un intérprete, los inscritos deberán cursar el propedéutico.
“Las clases son flexibles. Se requieren de dos a cuatro horas diarias. La mayoría de actividades son asíncronas. Se requerirá que los estudiantes sean autónomos, si bien contarán con el apoyo de los tutores”, explicó Abad a diario El Mercurio.
Inscripciones
Para ser parte del programa, las personas sordas deberán acercarse a los distritos del Ministerio de Educación más cercanos.
En el caso de Cuenca, los distritos se encuentran en los bajos del Banco Central del Ecuador (Calle Larga y Huayna Cápac) y en la calle Los Cipreses y avenida Ordóñez Lasso.
Al momento de la inscripción se deberá entregar la cédula y el expediente académico de los niveles completados.
De no tener el expediente se puede solicitar un examen de ubicación, cuyos resultados le permitirán matricularse en el programa.
Entregados los documentos, las personas sordas cursarán el propedéutico que se desarrollará entre el 19 y 30 de diciembre. Mientras que la primera parte de la formación académica arrancará el 16 enero y se extenderá hasta el 7 de mayo de 2023.
Un programa necesario
Para quienes han defendido y representado a las personas con discapacidad, el programa educativo para aquellos que tienen discapacidad auditiva es una oportunidad que no había en Ecuador, a más de las instituciones regulares que cumplen con la inclusión.
“Son desatendidas las personas con discapacidad auditiva, sobre todo en la educación. Logran graduarse y ¿en la universidad qué? Entonces tiene que ser un proceso continuo”, opinó Dalila Patiño, coordinadora regional de la Federación Ecuatoriana Pro Atención a la Persona con Deficiencia Mental.
En Cuenca son poquísimas las instituciones educativas que instruyen a jóvenes con discapacidad auditiva.
Entre las más reconocidas está la Unidad Educativa Dolores J. Torres, que enseña a 14 estudiantes que tienen distintos grados de discapacidad. Para ello, explicó la institución, cuentan con cinco intérpretes que acompañan a los profesores en sus clases.
Sin esa labor, más el programa intensivo del Ministerio de Educación que se suma a las opciones que tienen las personas sordas, docenas de jóvenes y adultos con discapacidad auditiva no podrían convertirse en bachilleres. (AWM)-(I)