El mundo en si define la Navidad como la “fiesta cristiana que conmemora el nacimiento de Jesús, celebrada el 25 de diciembre”. La elección del 25 de diciembre no tiene fundamento en la Biblia-explica The Christmas Encyclopedia-sino en las fiestas romanas paganas que se celebraban a finales del año”, aproximadamente en la época del solsticio de invierno, cuando los días empiezan alargarse, en el hemisferio norte. Aquellas fiestas incluidas las saturnales, en honor de Saturno, dios de la agricultura, “y las fiestas combinadas de los dos dioses solares, el romano sol y el persa Mitra”, señala la misma enciclopedia. Estas últimas conmemoraban el nacimiento de ambos dioses y se celebraban el 25 de diciembre, fecha del solsticio de invierno según el calendario juliano.
Aquellas fiestas paganas comenzaron a “cristianizarse” en el año 350, cuando el Papa Julio I designo el 25 de diciembre como el día del cumpleaños de Jesús. “La Navidad asimismo suplanto gradualmente todos los demás ritos del solsticio-indica la Encyclopedia of Religión…La imaginaria solar se utilizó cada vez más para representar al Cristo resucitada quien también se lo llamo Sol invicto, y el viejo disco solar se convirtió en el halo de los santos cristianos”.
En muchos países latinos son los reyes magos y no Santa Claus, quienes traen los regalos, y según la costumbre popular en ambos casos los regalos son la idea popular, el mito de Santa Claus debe su origen a San Nicolas, arzobispo de Mira, ciudad de Asia Menor, la actual Turquía, según el diccionario de los Santos. Santa Claus es, al parecer una abreviatura del nombre latino Sanctus Nicolaus. En conclusión, Santa Claus no tiene nada que en común con Jesucristo. En estas fiestas, les deseo felicidad y amor. (O)