Lima.- El presidente de Perú, Pedro Castillo, reiteró este sábado su llamado «a la más amplia unidad» al Congreso, de mayoría opositora, y a todas las instituciones del país, a cuatro días del debate parlamentario de la tercera moción de destitución en su contra por presunta «permanente incapacidad moral».
«Al Parlamento y todas las instituciones, llamo a la más amplia unidad para trabajar unidos por un país que nos necesita para resolver sus grandes problemas y para el cual nos han elegido democráticamente por un periodo de 5 años», escribió el mandatario en su cuenta oficial de Twitter.
Este pronunciamiento se produce dos días después de que el pleno del Congreso aprobara, con 73 votos a favor, 32 en contra y 6 abstenciones, admitir a trámite una moción de vacancia (destitución) presidencial promovida por la oposición, que será debatida el próximo miércoles.
La moción, impulsada por el legislador independiente Edward Málaga, pide que Castillo sea destituido por una presunta «permanente incapacidad moral» para seguir en el cargo que asumió el 28 de julio de 2021.
En el documento presentado por Málaga, de más de 100 páginas, se asegura que «resulta inaceptable que un presidente ejerza el cargo en medio de fuertes indicios de corrupción, grave indignidad, o cuestionamientos morales y éticos».
Por otro lado, el jefe de Estado volvió a negar con firmeza que tenga la intención de cerrar el Parlamento para evitar su destitución, luego de que su Gobierno interpretara como una derogatoria de una cuestión de confianza la decisión de la mesa directiva del Congreso de rechazar «de plano» un planteamiento del ex primer ministro Aníbal Torres.
«En un momento difícil para el país, con una crisis por la quinta ola de la pandemia, ratifico mi compromiso con la democracia, el Estado de derecho y la Constitución y rechazo rotundamente que mi gobierno esté tramando un cierre del Congreso para evitar una vacancia», agregó Castillo en la misma red social.
El jueves pasado, el Tribunal Constitucional admitió una demanda competencial que interpuso el Legislativo contra el Ejecutivo al considerar que el Gobierno carece de competencias para interpretar sus decisiones y que, al hacerlo, está «menoscabando las competencias exclusivas y excluyentes del Congreso».
La importancia de este debate constitucional, atizado en medio de una escalada de tensiones entre ambos poderes del Estado, reside en que la Constitución peruana establece que, si el pleno rechaza dos cuestiones de confianza a un mismo Gobierno, el presidente queda legalmente facultado para disolver el Parlamento.
El origen de la polémica fue la cuestión de confianza que presentó Torres a mediados de noviembre pasado y que buscaba la aprobación de un proyecto de ley del Gobierno que proponía una reforma constitucional para eliminar los límites de las convocatorias a referéndum en el país.
Esta solicitud, sin embargo, fue rechazada «de plano» por la mesa directiva del Parlamento al considerar que esta trataba «materias prohibidas para su planteamiento» al no responder a asuntos ligados directamente a la política general del Ejecutivo.
El presidente del Congreso, José Williams, negó que esta decisión fuera una denegatoria porque, según la ley vigente, esta solo puede determinarse en una votación en el pleno, que no ocurrió en este caso.
Pero, tal y como lo había advertido Torres, el Gobierno interpretó este rechazado como una forma de derogatoria y, por eso, el entonces primer ministro presentó el pasado 24 de noviembre su renuncia al cargo que asumió la ex titular de Cultura Bessy Chávez. EFE