Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), “cada año, hasta 600 millones de personas de todo el mundo, o casi 1 de cada 10, enferman tras consumir alimentos contaminados. De estas personas, 420.000 mueren, incluidos 125.000 niños menores de 5 años”. Diciembre suele ser una de las épocas con mayor incremento de casos debido a las “comilonas” navideñas. Aunque “pueden causar síntomas de corta duración, como náuseas, vómitos y diarrea (afección que generalmente se denomina “intoxicación alimentaria”), también pueden causar enfermedades más prolongadas, como cáncer, insuficiencia renal o hepática y trastornos cerebrales y neurales”, señala el informe de la OMS. “Es por eso que este asunto debe ser tomado muy en serio en los hogares, sobre todo durante la preparación de los alimentos y el almacenamiento de la comida sobrante, ya que justamente en estos momentos son más probables la generación y proliferación de bacterias o virus, provocando contaminación”, explica la Dra. Stefanía Arias de Farmacias Económicas.
¿Qué es una intoxicación alimentaria?
- Es una infección o irritación del aparato digestivo que se propaga a través de los alimentos o las bebidas, esto puede ocasionarse por alimentos contaminados o por la cantidad ingerida. Este padecimiento suele ser agudo, y la mayoría de las personas se mejoran sin necesidad de tratamientos complejos, pero siempre es importante acudir a un especialista para que este no evolucione.
Recomendaciones para prevenir intoxicaciones alimentarias:
- Mantener la temperatura de los alimentos: Las bacterias pueden crecer rápidamente en la llamada zona de peligro que se dan en temperaturas de 4-60°C. Es importante mantener caliente la comida que va a servirse caliente y fría después de cocinarla. En el caso de sobrar alimentos, se debe refrigerar o congelar toda la comida dentro de las siguientes 2 horas. Para que estos se conserven de mejor manera, el refrigerador debe configurarse a 4 °C o menos y el congelador debe configurarse a 0 °C o menos.
- Mantener los alimentos separados: Mantener la carne, el pollo, el pavo, los mariscos y los huevos separados de todos los demás alimentos en el refrigerador, con el objetivo de evitar contaminación cruzada. Esto además reduce la posibilidad de que los alimentos se contaminen. Guardarlos en recipientes o bolsas de plástico hermético es lo más recomendable.
- No ingerir alimentos crudos: Algunos alimentos crudos como masas o rebozados hechos con harina y huevos pueden contener microorganismos peligrosos como E. coli y salmonella. “Generalmente, algunas personas suelen probar las preparaciones mientras están en estado crudo para verificar y rectificar sabores, sin embargo, lo más recomendable es evitar esta práctica y tener dosis ya definidas con antelación. También, se debe tener cuidado con los niños, quienes suelen colaborar en la elaboración de postres, que no ingieran las masas crudas”, explica la Dra.
- Descongelar de manera correcta: Es frecuente que en estas fechas el pavo sea la proteína presente en las comidas, para descongelarlo lo mejor es hacerlo en el refrigerador, sin lavarlo, e incluso conservarlo ahí mientras se marina. También se puede descongelar en el lavaplatos o fregadero con agua fría, cambiándola cada 30 minutos, cuidando que no existan salpicaduras hacia otras superficies o alimentos. Lo ideal es evitar descongelar los alimentos al aire libre, ya que los microorganismos dañinos se multiplican demasiado rápido en ambientes sin una temperatura adecuada. Es importante consultar los métodos de descongelamiento que se presentan en cada uno de los empaques.
- Ingerir alimentos pasteurizados: La pasteurización es un proceso térmico que se realiza en algunos alimentos para reducir patógenos como bacterias, protozoos, mohos y levaduras. Muchos de los platos favoritos de las fiestas contienen huevos crudos o leche, como el ponche, el postre tiramisú, la salsa holandesa y los aderezos. Por este motivo se recomienda que se haga uso de ingredientes con estas características para reducir la posibilidad de intoxicación.
- Tiempos de cocción completos: La carne, las aves, el pavo, los mariscos y los huevos pueden contener microorganismos que pueden causar intoxicación alimentaria como es el caso de la salmonella en carne cruda de aves o huevos. Por este motivo se recomienda establecer un tiempo de cocción prudente para cada proteína o alimento, se puede usar un termómetro de grado alimenticio para asegurarse de que la comida esté cocinada a una temperatura interna segura.
¿Qué hacer si se presentan intoxicaciones?
Los principales síntomas de una intoxicación suelen ser malestar estomacal, cólicos estomacales, náuseas, vómitos, diarrea, fiebre, entre otros. Para disminuir los síntomas, se puede llevar a cabo ciertos cuidados hasta ser evaluado por un especialista.
- Llevar una dieta blanda sin alimentos irritantes y grasos.
- Mantenerse hidratado con líquidos suaves o sueros orales.
- Consumir probióticos para mejorar el funcionamiento estomacal.
- Descansar para evitar la fatiga y el cansancio.
- Controlar la temperatura para evitar que aumente la fiebre.
“El organismo de cada persona reacciona de maneras distintas frente a una intoxicación, por ese motivo es necesario recurrir lo más pronto posible a la revisión de un especialista para contar con el tratamiento correcto y evitar que las dolencias avancen. Es incómodo presentar estos cuadros justo en las épocas de festividades, de esa manera también es importante reducir la cantidad de alimento que consumimos, se puede probar con porciones más pequeñas porque la finalidad es disfrutar de los alimentos sin sentirse pesado o enfermo”, alerta la Dra. Arias.