Cuba achaca a las sanciones de EE. UU. el retraso en la autorización de la Organización Mundial de la Salud (OMS) a su vacuna contra la covid Abdala, por la «negativa de varios bancos» a hacer una transferencia a una empresa encargada de parte de la producción.
Así lo explica en una entrevista publicada este lunes por el diario oficial Granma el presidente del grupo estatal de la industria biofarmacéutica estatal cubana BioCubaFarma, Eduardo Martínez, un año después de que se envió a la OMS la documentación para la aprobación.
Indicó que hay un problema con la puesta en marcha de «la línea en la que se fabrican los productos recombinantes» en su nueva planta y que se debe a «que no se han podido hacer los pagos a la empresa encargada de la puesta en marcha del equipamiento y de los sistemas de esa línea de producción».
Agregó que Cuba lleva nueve meses intentando pagar, pero se han topado con «la negativa de varios bancos» a realizar las transferencias. Espera, no obstante, que el proceso de evaluación culmine, finalmente, en 2023.
Cuba sufre desde hace seis décadas sanciones económicas, financieras y comerciales por parte de EE. UU., que además incluyó a la isla en la lista de países que promueven el terrorismo, lo que impuso aún más restricciones sobre sus operaciones bancarias internacionales.
BioCubaFarma trasladó este año su producción de la vacuna Abdala a una nueva planta en la zona económica especial del Mariel para cumplir con los requisitos de la OMS y poder recibir su autorización.
Una vez se complete la nueva fábrica con la línea de producción de recombinantes, la OMS debería revisarla.
Una delegación internacional de 11 expertos -la primera liderada por científicos de EE. UU en cinco años- visitó la planta en junio y pidió posteriormente en un informe «reducir las barreras» para aumentar la colaboración internacional con la industria biotecnológica cubana.
La aprobación de la OMS es clave para que Cuba pueda vender su vacuna contra la covid-19 en el extranjero, lo que le supondría reconocimiento internacional y una fuente de divisas a la isla, que atraviesa una grave crisis económica.
Martínez recordó que «ocho países han dado este autorizo (en el uso de las vacunas cubanas) y otros las están evaluando».
Cuba ha aplicado desde hace más de un año en su territorio una campaña masiva de vacunación con Abdala y las otras dos vacunas de factura nacional (Soberana 02 y Soberana Plus).
Más del 90 % de la población cubana (11,1 millones de habitantes), incluyendo menores a partir de los 2 años, ha recibido hasta el momento el esquema completo.
Desde hace meses los niveles de nuevo contagios por covid-19 se encuentran en Cuba por debajo de los 100 casos diarios. EFE