El Gato con Botas, el felino más irreverente de la animación «hollywoodiense», regresa a la gran pantalla 11 años después de su última aventura para constatar que la vida se le acaba y que hasta los personajes más canallas tienen momentos de debilidad.
Este miércoles se estrena la cinta «El Gato con Botas: El Último deseo» («Puss in Boots: The Last Wish», en inglés), la segunda entrega de una de las producciones más lucrativas del reconocido estudio de animación DreamWorks, cofundado por Steven Spielberg en 1994.
Y es que las películas de la franquicia «Shrek», de la que deriva «Puss in Boots», han recaudado conjuntamente más de 3.500 millones de dólares en todo el mundo durante los últimos 21 años.
En el nuevo filme, distribuido por Universal Pictures, el espectador conocerá una nueva versión de El Gato con Botas -cuya voz vuelve a poner Antonio Banderas-, quien trata de recuperar su imagen de pícaro aventurero mientras cae en la cuenta de que ya ha gastado ocho de sus nueve vidas.
Entonces, se embarca en una travesía por la Selva Negra para encontrar la ansiada Estrella de los Deseos, recuperar el tiempo perdido y salvarse de la muerte definitiva.
Un sinfín de malvadas criaturas acecharán al felino en su camino a la eternidad tras replantearse seriamente si había perdido su esencia y humillarse pidiendo ayuda a su antigua compañera y némesis, la cautivadora Kitty Softpaws (Salma Hayek).
«Mi personaje es fuerte, independiente y transmite la moraleja de que una mujer puede enseñar a un hombre a aceptar su vulnerabilidad sin que esto sea visto como un defecto», explicó la actriz Salma Hayek en una entrevista con EFE.
El regreso de El Gato con Botas, que se convirtió en un fenómeno mundial ya con la cinta «Shrek 2» (2004), presenta como principal novedad un cariz existencialista en el que se fusionan géneros como la comedia y la acción con el tratamiento de «temas profundos».
«Se habla de la importancia del perdón o de rodearnos de personas de nuestra confianza en un formato que gustará a adultos y niños», sintetizó Hayek.
La intérprete mexicana escudriñó, junto al cineasta Joel Crawford, la «aportación emocional» de su personaje para evitar conductas cursis o manipuladoras y conseguir que «los pequeños que vean la película puedan pensar por sí mismos».
La dupla conformada por Banderas y Hayek volvió a trabajar codo a codo en este filme que el español definió como «la revalorización de la vida como bien supremo», en declaraciones a EFE.
La sintonía entre ambos actores, amigos desde hace más de 20 años, es total en la segunda parte de una cinta que hizo historia en 2011 al ser la primera gran producción animada de Hollywood en contar con dos figuras hispanas desempeñando papeles protagonistas.
«La primera película ayudó a entender que los héroes pueden tener acento hispano y que los malos pueden ser rubios y hablar un inglés perfecto», argumentó Banderas.
El compromiso con la comunidad latina de Estados Unidos se refleja también en esta segunda entrega, que cuenta con partes íntegras dialogadas completamente en español.
Esta circunstancia les ha permitido, según Hayek, desarrollarse con «mayor libertad», pudiendo improvisar «bromas reales», y trabajar desde distintas partes del mundo porque «siempre sabía cómo iba a reaccionar Banderas a los chistes».
El resto del reparto que presta su voz en «Puss in Boots: The Last Wish» lo completan Harvey Guillén, Olivia Colman, Samson Kayo, Anthony Mendez, Wagner Moura, John Mulaney, Florence Pugh, Da’vine Joy Randolph y Ray Winstone.
«El Gato con Botas: El Último Deseo», que también ofrece una renovada apuesta en el apartado estético, ya fue nominada al Globo de Oro 2023 en la categoría de mejor película animada y tratará de aprovechar la temporada de Navidad para maximizar sus beneficios. EFE