La familia es un pilar fundamental para Daniel Beltrán. El marchista azuayo fue medalla de oro en los Juegos Sudamericanos Escolares de Asunción, Paraguay.
Su entrenador Juan Chocho ve en su alumno todas las cualidades para buscar la clasificación a los Juegos Olímpicos de la Juventud a realizarse en Dakar 2026.
El pasado nueve de diciembre, «El Ruso» -como le conocen en el ámbito deportivo- se colocó en la línea de largada junto a otros cinco marchistas para desafiar 5.000 metros en la pista del Complejo de la Secretaría Nacional de Deportes (SND).
El peruano Jhon Rodríguez lideró la prueba en casi todo el trayecto. Beltrán mantuvo la calma y a falta de 10 metros rebasó a su rival y se adjudicó el primer lugar con 26:02:51.
Rodríguez remató segundo por 32 centésimas. Ambos sacaron una gran ventaja al tercero, el venezolano Gabriel González (29:11:05).
Para Chocho, el roce internacional ayuda «a seguir cristalizando el objetivo grande que tenemos con ellos». En 2023 buscará con seis deportistas la clasificación al Primer Iberoamericano U18 a desarrollarse del 15 al 17 de septiembre en Lima, Perú.
Inicios en la marcha
Beltrán tiene apenas 13 años. Empezó en la marcha atlética a los siete. “Mis padres son mi mayor inspiración, siempre han sabido salir adelante y me han apoyado en todo”.
Siempre le atrajo el deporte. Está seguro que le tomó más cariño desde que vio en la televisión la repetición de la competencia en la que Jefferson Pérez obtuvo la medalla de oro en los Juegos Olímpicos de Atlanta 1996.
El estudiante de la Unidad Educativa Zoila Aurora Palacios es parte de la nueva camada de marchistas ecuatorianos que a mediano y largo plazo reemplazarán a los que hoy brindan grandes alegrías al país en el alto rendimiento.
En ese grupo están Melany Morales y Keyla Parra, oro y plata en 3.000 metros en la capital paraguaya.
Pasatiempo favorito
Uno de los principales pasatiempos del campeón sudamericano escolar es la lectura. Le atrae bastante las obras que conllevan misterio. Uno de los últimos libros que leyó fue El Instituto, de Stephen King.
“Es importante mantenerse activo en lo mental”, sostiene Beltrán minutos después de recibir un diploma de reconocimiento de parte de la Federación Deportiva del Azuay.
Daniel, de 1.75 de estatura, lució la medalla que recibió en su primera competición fuera de su país. Su madre Diana Sarmiento le ofreció enmarcar el metal que engloba perseverancia y una fusión de esfuerzos incluso desde lo económico.
El cuencano espera que no sea la primera ni la última vez que deje en alto la bandera tricolor.