El presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, firmó la Ley de Autorización de Defensa Nacional.
Se trata de un “paquete legislativo”, uno de cuyos componentes es el proyecto para mejorar la cooperación con el Ecuador en materia comercial y combate contra el crimen organizado.
Contiene, además, la Ley de Asociación Ecuador – Estados Unidos 2022 encaminada a fortalecer la cooperación entre los dos países.
El megaproyecto legal fue aprobado por el Congreso estadounidense días antes de la visita oficial del presidente Guillermo Lasso a Joe Biden la semana anterior.
Más allá de lo coloquial del encuentro, de confirmar las buenas relaciones entre los dos países, lo interesante es la concreción de los acuerdos en materia económica y de cooperación en asuntos de seguridad.
Sobre este último ámbito, la Ley autoriza la entrega de dos patrulleros sobrantes de los Guardacostas de EE.UU. a Ecuador.
El Gobierno de Biden debe tener muy en cuenta la necesidad de apoyar a Ecuador en el combate al narcotráfico, convertido en la principal amenaza, no solo para la seguridad interna, sino hasta para la democracia.
Ecuador está en medio de dos países productores de cocaína. Su territorio es la puerta de salida de esta y otros estupefacientes hacia otras naciones, sobre todo a EE.UU. el principal consumidor. Y por eso el altísimo grado de violencia y criminalidad.
Con la Ley suscrita por Biden se quiere expandir los lazos económicos y comerciales entre nuestro país y los EE.UU. a falta de un tratado de libre comercio.
Tal iniciativa es bien vista por el Gobierno ecuatoriano, cuyos esfuerzos por lograr acuerdos comerciales con otros países van en firme, entre ellos con China, hoy por hoy su principal socio comercial.
Acaba de conseguirlo con Costa Rica. Aguarda ser parte de la Alianza del Pacífico, integrada por Colombia, Perú, Chile y México, y cuyo único escollo es firmar el acuerdo comercial con el país Azteca.
Seguridad e integración, dos ejes imprescindibles en el mundo de hoy.