Está por reescribirse nuestra historia decía María Rosa Crespo, en el marco del debate sobre la primera novela ecuatoriana, No fue La Emancipada de Riofrío, hay muchas antes, sostenía. Viene este recuerdo a propósito de la lectura de las recientes publicaciones de Bolívar Cárdenas Espinoza: Narraciones del 3 y 4 de noviembre de 1820 y Los dos hechos libertarios en el Austro.
Y como nada es producto del azar; esos libros, un cordial encuentro con el autor y la lectura consiguiente, llegan justo cuando nos aprestamos a celebrar los ciento cincuenta años de la escuela “Tomás Rendón” de la parroquia El Valle, y queremos insertar este acontecimiento a la historia del pueblo que, a la luz de las investigaciones de Bolívar Cárdenas Espinoza, lo encontramos trascendental. Por sus investigaciones sabemos que el 2 de noviembre, Día de los difuntos, los patriotas encabezados por Vázquez de Noboa se reunieron en El Valle para ultimar detalles de la gesta libertaria del siguiente día, hecho que confirma un alegato del escribano Gerónimo Illescas al Alcalde primero y Juez de Letras, en una causa legal, que concluye en los siguientes términos: “… no estaba yo en San Juan del Valle el día de finados en el año 20, con el doctor José María Vázquez de Noboa y sus camaradas recolectando gente, ni en junta de patriotas…”, testimonio que revela la reunión preparatoria y que ahí se buscaron voluntarios. Hechos posibles tratándose de una parroquia que, según el censo de 1778, tenía una población de 3.920 habitantes; 529 mestizos blancos (272 hombres) y 3.400 indios; y por estar a prudente distancia de la ciudad, estratégica para una reunión conspirativa.
También es importante que, en el Consejo de la Sanción, del 15 de noviembre del mismo año, presidida por Vázquez de Noboa para la elaboración de un plan de gobierno de la República de Cuenca, interviene y firma como diputado por la parroquia El Valle, el ciudadano Manuel Guerrero. Los Guerrero, familia representativa de esta parroquia. (O)