¿Cómo era Cuenca hace cien años? Es una de las varias preguntas que se planteó el Museo Remigio Crespo Toral tras cumplir tres cuartos de siglo como el espacio que custodia miles objetos de antaño.
Y aprovechando los 75 años de fundación, los administradores del museo decidieron responder a cómo era la ciudad hace un siglo a través de dos muestras denominadas “El modernismo” e “Influencia del paisaje en el arte”.
Para ello, se optó por hacer una revisión de los objetos del museo y crear un guion que muestre el pasado cuencano.
En el caso de la exposición “El modernismo” se dividió la sala principal del museo para contar desde diferentes puntos de vista qué contenían aquellas casas de lujo del Centro Histórico de Cuenca, qué hacían aquellos personajes adinerados, cómo era su vida.
Y mediante esas preguntas, el espectador, por ejemplo, puede observar un arpa, un piano, un lavabo de cerámica que fueron traídos desde Europa. Pero, sobre todo eso, el público también tiene la oportunidad de conocer a los guanderos.
“Creo que era necesario que tengamos un espacio para homenajear a los guanderos, que eran aquellos personajes que traían cargando los objetos desde Guayaquil a Cuenca para entregarlos a las personas acomodadas de la ciudad”, explicó Ximena Pulla, coordinadora del Museo Remigio Crespo Toral.
Junto a los objetos que traían los guanderos está una sala en la que se cuenta sobre la exportación de la cascarilla, cuya actividad mejoró notablemente la economía de algunas personas de Cuenca.
Para contar esa historia, el museo usó una balanza de hace un siglo que nunca antes se había expuesto al público.
El paisaje cuencano
Pasando los objetos de aquella modernidad que se veían en la Cuenca de hace un siglo están las pinturas paisajísticas de Honorato Vázquez, que conforman la otra exposición: “Influencia del paisaje en el arte”.
El objetivo de exhibirlas es que el público pueda observar de cerca cómo era el paisaje cotidiano de la Cuenca en el que se inspiraba Vázquez. Entre sus cuadros está el río Tomebamba y los terrenos llanos que existían antes de las construcciones de cementos que vemos hoy en día.
Para hacer un contraste de la visión pasada y actual, junto a las pinturas de Honorato Vázquez reposan las obras de los pintores Pablo Cardoso y Marco Martínez, quienes también pintaron el paisaje cuencano del presente.
Tecnología
No solo el modernismo y la pintura del paisaje cuencano están presentes en las nuevas exposiciones del Museo Remigio Crespo Toral.
A ellos se sumó la tecnología y la interacción para que el público pueda ver y escuchar, con otros ojos y con otros oídos, los ríos de Cuenca.
También se usó la tecnología para que el público vea, a través de imágenes, cómo se transformó la ciudad a lo largo del siglo pasado, y para que escuche, mediante voces teatralizadas, cómo el patriotismo también se profesó en las discusiones que tuvieron ciertos personajes considerados hoy ilustres.
Los públicos interesados en conocer las nuevas propuestas del Museo Remigio Crespo pueden recorrerlas, sin costo alguno, de lunes a viernes, de 10:00 a 16:45. Los sábados, de 09:00 a 13:00, y los domingos, de 09:00 a 13:45. (I)