Una de las promesas del actual Presidente de la República, durante la campaña electoral, fue “combatir la corrupción”. Incluso, ya en el ejercicio del poder, ha sido también recurrente su discurso de “luchar contra la corrupción”. Sin embargo, esas promesas y ese discurso tendrían algunos contrastes con la realidad, pues diversas denuncias de casos de corrupción que, presumiblemente involucrarían a altos funcionarios de su Gobierno, se han dado durante el año y medio de su gestión.
Entre los casos que se han denunciado están la venta de cargos en el Ministerio de Agricultura, el caso “Danubio” y las irregularidades que se habrían dado en las aduanas, la supuesta venta de cargos en Petroecuador y en el Ministerio de Energía (que involucrarían al ex Ministro Vera), la compra de medicinas caducadas que se habría dado en la gestión de la anterior Ministra de Salud y que ha provocado la aprobación de un próximo juicio político en la Asamblea, un juicio que también se ha anunciado podría darse para una supuesta compra irregular de arroz. Se han tratado de casos que, ciertamente, no han tenido la intensa cobertura mediática y la agilidad de la Fiscalía General para investigarlos y judicializarlos; como si ha sucedido con los casos de corrupción que se han denunciado en relación al régimen correista.
El último caso, denunciado por los periodistas del portal digital “La Posta”, se refiere a una supuesta red de corrupción que habría venido funcionando en las empresas públicas del Estado; un caso que involucraría presuntamente al cuñado del Presidente de la República y a operadores que habrían estado al servicio de aquel en el manejo de las empresas públicas, uno de ellos vinculado incluso con el narcotráfico.
Se trata de una denuncia grave, frente a la cual la Fiscalía General del Estado ha abierto un proceso de investigación previa; sin embargo, de parte del Gobierno, y como ha sucedido frente a otras denuncias de este tipo, lo que se ha hecho hasta el momento es básicamente minimizar la denuncia, negar que a lo que se refiere la misma sea verdad y proferir epítetos y descalificaciones a los denunciantes; una actitud parecida a la de Gobiernos a los que antes se criticaba. Lo diferente sería ofrecer colaborar para la investigación.