Estamos en temporada de debates, espacios muy necesarios para quienes desean tomar una decisión electoral con algo más de información que lo que sale en Tiktok. Aunque el efecto del debate en el cambio del voto es muy bajo, es una oportunidad para reafirmar decisiones ya tomadas o para animarse a tomarlas. Quienes vean el debate, por lo general tendrán ya unas tres candidaturas de su preferencia, por lo tanto la observación de la interacción y las respuestas entre las y los candidatos será con énfasis en esa lista de preferencias.
Tenga en mente esa selección porque de lo contrario será más difícil analizar. Al escuchar las respuestas intente poner atención a la mención de un proyecto o promesa específico y evalúe si mencionó cómo lograrlo. Bandera roja si no le dijo cómo o si sólo se quedó en el diagnóstico del problema. Por ahí no es.
Preste atención a la interacción con los otros. Si estas preguntas se hacen con la finalidad de observar faltas en el plan de trabajo del otro o si se hacen con la intención de reforzar propuestas propias. Hacer buenas preguntas es un indicador de seriedad y preparación, cualidades importantes en una autoridad. Cuando les toque responder observe si lo hacen con solvencia, con argumentos y reforzando su agenda. Bandera roja si desvía el tema y peor si desacredita al interlocutor.
Finalmente, evalúe la solvencia, el manejo del tiempo, las pausas adecuadas y la firmeza de sus posturas. No le va mejor al “más buenito” pero tampoco al “más agresivo”. Lo ideal es que la intención de proponer y contrastar sea notoria en la participación. Evalúe en comparación con sus pares, converse en casa y en el trabajo sobre sus impresiones, escuche y lea los análisis de profesionales expuestos en los medios de comunicación y luego tome una decisión. No llegue al 5 de febrero sin una idea de clara de qué hacer con la papeleta. En ese momento la responsabilidad será sólo suya. (O)
