Más del 30% de cuencanos no sabemos por quién votar, y ahora que toca ir a las urnas, creo que pocos habrán adquirido el conocimiento suficiente para tener claridad en su decisión. Parece que mientras más posibilidad se tiene de conocer a las y los candidatos, en verdad, menos sabemos de ellos y sus propuestas políticas, porque las redes sociales están llenas de publicidad que no nos dice nada o de viejas ofertas.
Y ni qué hablar de la consulta popular, una papeleta blanca, de la cual, no sabemos casi nada, porque tras las preguntas que nos hacen, como un ejercicio participativo y democrático, hay políticas, gestiones y recursos de los cuales no sabemos nada. Si usted quiere un ejemplo de la agenda oculta de un gobierno, aquí tiene la consulta popular.
El proceso democrático electoral es fundamental para la percepción de libertad de un pueblo, pero hemos caído en total apatía y burocracia, frente a un acto que debería ser reflexivo y político a toda costa. Votamos para tener el certificado, no lo hacemos pensando en nuestro desarrollo. Espero que ahora lo hagamos con conciencia y siendo consecuentes con lo que pensamos y creemos; aún hay tiempo, lea los planes de gobierno. (O)
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