Algunas hormigas no caminan al azar, sino siguiendo patrones como meandros

Cuando se observa a una hormiga buscar comida parece que se mueva de forma aleatoria, pero al menos en el caso de una especie no es cierto, porque caminan trazando meandros con paseos aleatorios intercalados, lo que puede ayudarle en su misión de encontrar alimento.

Un trabajo que publica iScience ha estudiado el comportamiento de una hormiga de Norteamérica, la Temnothorax rugatulus, que muestra “un sorprendente patrón regular en meandros cuando explora la zona alrededor de su nido”, señaló el coordinador de la investigación, Stefan Popp, de la Universidad de Tucson (EE.UU.).

Las hormigas alternan suavemente giros a izquierda y derecha en una escala de longitud relativamente regular de aproximadamente tres longitudes corporales, con el resultado de un patrón serpenteante, como los meandros de un río.

Este patrón de marcha pude hace que la búsqueda de alimento sea más eficaz que una puramente aleatoria. Esto se debe a que las hormigas tienden a cruzar sus propios caminos con menos frecuencia mientras serpentean que cuando caminan al azar, por lo que buscan menos veces en la misma zona.

El equipo estudió en el laboratorio a una colonia de hormigas y para estar seguro de que trazaban patrones definidos y no trayectorias aleatorias comparó las huellas con patrones de paseo aleatorios simulados por ordenador.

El 78 % de las hormigas efectuaba giros en una dirección que solían ir seguidos de giros en la opuesta tras una distancia aproximadamente constante. Esto hace, según los investigadores, que “la búsqueda de las hormigas sea más eficaz, ya que los insectos pueden permanecer cerca del nido sin tener que buscar repetidamente en las mismas zonas».

Popp afirmó que lo que más le intrigaba eran las formas extremas que podían adoptar los patrones de las hormigas a partir de estos sencillos principios.

Algunos patrones parecen “hilos rizados que uno puede arrancar de una prenda de vestir y otros parecen que el camino serpentea por sí mismo», creando una estructura “aparentemente fractal. Me recuerda a algunas curvas que llenan el espacio y que conocemos de las matemáticas», explicó Popp.

El científico dijo que lo que más le fascina son las preguntas sobre las reglas de la mente de una hormiga que permiten que surjan patrones de búsqueda tan complejos.

Además, estos animales han resuelto un problema de búsqueda colectiva a lo largo de la evolución de un modo que podría aplicarse al diseño de enjambres autónomos de robots de búsqueda o drones para su uso en zonas catastróficas o paisajes inexplorados. EFE

CMV

Licenciada en Ciencias de la Información y Comunicación Social y Diplomado en Medio Impresos Experiencia como periodista y editora de suplementos. Es editora digital.

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