Enzo Adrián López, de 24 años, llega al Deportivo Cuenca con la ilusión de ser el nuevo grito de gol en la temporada 2023. Sus inicios como futbolista no fueron como delantero, sino que comenzó desde atrás: como defensa. Luego de varios meses tomó la decisión de ser atacante.
Agradecido y con la mentalidad de ser aporte para el Expreso Astral, Enzo se presentó la mañana de ayer como nuevo refuerzo de este club. Su primer entrenamiento fue en el Complejo Deportivo, ubicado en Victoria del Portete. Allí tuvo un reencuentro con los entrenadores Gonzalo del Valle y Juan Zubeldía, a quienes lo conocen en su paso por la reserva de Lanús, de Argentina.
Sus primeros toques de balón se dieron en equipos locales de su pueblo natal, Entre Ríos, Paraná. En ese lugar, desde los seis años, supo que el fútbol era su pasión. Luego de un breve paso por la posición de zaguero central, López decidió ser delantero.
En lo profesional, se inicia en el club Atlético Mitre de Santiago del Estero. Su pasado por este elenco fue breve, pues la llegada de la pandemia trastocó los planes. Luego jugó en Talleres de Remedios de Escalada y después fichó por Los Andes.
Antes de venir a Cuenca, el atacante de los Camisetas Coloradas jugó 27 partidos con Atlético Güemes, en la Primera B Nacional de Argentina. Con este equipo anotó cuatro goles y sumó una asistencia.
“Mi padre Adrián López me inculcó el gusto por el fútbol, él jugaba como defensor. Mi familia siempre me apoyó para formarme como jugador. Tengo que aprovechar al máximo esta oportunidad. Ecuador tiene un fútbol muy fuerte y el Cuenca tiene un gran grupo humano. Este 2023 pinta para ser muy lindo (sonríe)”, comenta López.
Enzo se define como un delantero potente que se mueve por todo el frente de ataque. “Vamos a todas los balones, no nos gusta perder ninguno. Puedo jugar solo o acompañado. Soy diestro, pero manejo ambos perfiles”, dice el argentino, quien tiene como referentes al francés Karim Benzema y al polaco Robert Lewandowski.
Su otra pasión: la pesca
A más de entregar tiempo para su familia y el fútbol, López también aprovecha sus ratos libres para pescar. Su permanencia en Cuenca no impedirá cumplir con esta actividad.
“Para las personas que somos de la costa de Paraná, es normal aprender a pescar. En los últimos años iba una vez por semana a cumplir con esto que es mi otra pasión. A mi familia le encanta esto y de seguro acá en esta ciudad buscaremos algún lugar ”, comenta el delantero, quien se convirtió en el séptimo refuerzo del Deportivo Cuenca.