Vivir

            No respirar. Tampoco caminar. Menos, únicamente continuar. Sino vivir. Con vida. Con ilusión. Con alegría y dinamismo. Con empoderamiento y no de teorías o modas, sino de la integridad de uno mismo. De la ilusión de vivir.

            En la comprensión más sencilla hasta la ilusión más profunda. En el aprender y reaprender. En el diseñar y volver a hacerlo. En el ajustar lo que se deba corregir y en el emprender lo que se requiere iniciar. En consecuencia, el vivir inteligentemente. El transformar con rectitud y rigurosidad. Con ilusión y utopía.

            La inteligencia artificial, la innovación tecnológica y la reinterpretación de la forma en que comprendemos a nuestro entorno y actividad, son alertas que convierten en necesario seguir aprendiendo desde lo humano. Desde la fortaleza de las relaciones personales y cercanas, de las convicciones y sentido de los principios.

            El peligro que surge por la minimización de lo fundamental para la vida, lleva consigo el equívoco de suplantar a la sonrisa con lo artificial; la esencia con lo mundano; y el esfuerzo con lo sencillo y poco correcto. En consecuencia, es un tiempo de dudas que se rebasan con la certeza de encontrar, o, mejor dicho, de reencontrarse con lo que trasciende y toma forma. Con lo que perdura.

            La humanidad ha de transitar hacia alejar las mismas formas de injusticia que hace siglos se han venido heredando y que hoy se presentan con nuevos moldes y disfraces. La intención debe entender de la necesidad de cobijar y abrazar lo humano, lo bueno, lo debido, lo que tiene espíritu y alegría. Es decir, de vivir. (O)

CMV

Licenciada en Ciencias de la Información y Comunicación Social y Diplomado en Medio Impresos Experiencia como periodista y editora de suplementos. Es editora digital.

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