Veo con preocupación y molestia como grupos anti derechos, que defienden desde sus privilegios los muros y monumentos de la ciudad, en esta semana ocuparon el Puente Vivas Nos Queremos para comprometer a algunos ilustres a defender la vida desde la concepción y proteger la vida del no nacido
Me confunde el uso de un espacio público, que según ellos, debía ser cuidado del vandalismo feminista, y que hoy en día es un reconocimiento a las víctimas de femicidio, tema por el cual estos grupos jamás se han pronunciado.
El puente “Vivas nos queremos” es el resultado de la lucha permanente del movimiento feminista de Cuenca; representa un espacio de organización colectiva, de mujeres, de resistencia, para recordar a quienes ya no están y decir públicamente que no estamos solas.
Y si bien defiendo el uso del espacio público, defiendo por sobretodo la coherencia, el derecho a la vida es mucho más que defender al no nacido, es asegurar aquí y ahora la dignidad de las mujeres, un vida sin violencia, una ciudad sin acoso, la posibilidad de decidir y respetar esas decisiones, y de reconocer las luchas sociales para no montarse o burlarse de ellas. (O)
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