Bolivia reportó este 6 de febrero de 2023 una disminución del 34 % de los contagios de la covid-19 en la última semana, mientras que concentra sus esfuerzos en la contención del brote de dengue que ya acumula 3.437 casos en las zonas tropicales del país.
En el reporte epidemiológico semanal, el ministro de Salud, Jeyson Auza, mencionó que en la última semana se han presentado 2.191 contagios de la covid-19, unos 1.137 menos que el mismo periodo precedente, por lo que se tiene «una disminución del 34 %», además, de «seis semanas consecutivas» de desescalada de la sexta ola.
La sexta ola de la enfermedad se presentó en diciembre pasado y tuvo su pico más alto en la tercera semana de ese mes, cuando se registraron más de 16.000 contagios, aunque la tasa de letalidad se ha mantenido controlada en un 0,01 %.
Auza apuntó que en los últimos siete días «los nueve departamentos del país presentaron una disminución de casos» de coronavirus.
Desde el inicio de la vacunación, en enero de 2021, Bolivia ha conseguido la aplicación de 15.735.889 dosis, entre primeros, segundos y terceros componentes, además de inmunizaciones únicas y aquella anual a mayores de 5 años que conforman una población vacunable de 10,2 millones.
Por otra parte, el Ministro de Salud se refirió a la situación del brote de dengue que acumula 13 decesos y 3.437 casos, de los que 1.581 se han registrado en la última semana.
La región más afectada por la epidemia de dengue es Santa Cruz (2.554), además de los departamentos de Beni (518), La Paz (91), Chuquisaca (72), Pando (30) y Cochabamba (22), mencionó Auza.
El ministro señaló que el trabajo para contener el dengue se ha centrado en acciones relacionas a la gestión de la enfermedad, la vigilancia epidemiológica, el fortalecimiento de las capacidades de laboratorio, la atención a los pacientes, el manejo del vector de la enfermedad y la salud ambiental.
El dengue, transmitido por la picadura del mosquito aedes aegypti, causa fiebres altas, dolor de cabeza, vómitos y erupciones en la piel y puede ser mortal en su modalidad hemorrágica.
El insecto que provoca el mal se reproduce en épocas de frecuente lluvia en zonas cálidas de Bolivia y para ello aprovecha cualquier espacio de agua estancada, por lo cual se han llevado adelante campañas de limpieza en la urbe cruceña.
Al respecto, Auza pidió «el apoyo de la población boliviana» para «eliminar cualquier posibilidad de criadero de mosquitos» en los sitios de las viviendas en las que se pueda acumular agua.
Asimismo, el ministro informó sobre la situación otras enfermedades como la tosferina, que ha dejado 271 casos con tres fallecidos, y nueve pacientes que aún mantienen la enfermedad activa.
Además de un único caso activo de la viruela del mono entre los 263 pacientes que ya se han recuperado de la enfermedad.