La historia cuenta que en Atenas hace más de dos mil años se instituyó la democracia como el sistema político que define un nivel superior de convivencia cívica. La democracia en esos años fue practicada de forma directa en la polis, agrupación urbana, con experiencia y conocimientos. Con el tiempo, siglos después luego de la Independencia de EEUU, de la revolución francesa de 1789, por la influencia cultural de la Ilustración la democracia liberal se extendió por el mundo.
En 1901 Vladimir Lenin escribe un libro llamado ¿Qué hacer? en el cual diseña los procesos estratégicos a seguir y que se concretaron en la revolución de 1917 para instaurar la autocracia del estado soviético.
Con la decadencia del régimen comunista entre 1980-1990 por falta de libertad la URSS colapsó.
En estos últimos decenios una pretensión de renacimiento socialista se hace presente en especial en América Latina, no por la vía de la revolución del proletariado sino por el sistema electoral para que sus promotores capten el poder y lo mantengan por decenios.
En las elecciones y consulta del 5 de febrero, los seguidores de la corriente neo socialista del siglo XXI han conseguido importantes resultados que oscilan entre el 20 al 35 por ciento de los sufragios, suficientes para ser elegidos alcaldes, prefectos, e integrantes de los consejos municipales y miembros del CPCCS, además de la victoria de la Consulta y Referendo. Por eso se anuncia el retorno de quienes se exiliaron…
Más allá de tal pretensión, el presidente Lasso aceptó los resultados y asume su llamado como verdadero estadista para con todos construir un país mejor. La historia continúa. (O)
