Electos
Y bueno. Luego de las elecciones, cuyos resultados sorprendieron, la democracia triunfó. La prefectura del Azuay cayó en manos de Juan Cristóbal Lloret y la alcaldía de Cuenca en las de Cristian Zamora. Jóvenes políticos, de los cuales esperamos que sus palabras no queden en promesas de campaña y cumplan con los cambios que prometieron.
Las épocas de polarización de una sociedad deben quedar atrás. No podemos continuar con la división entre pelucones o pobres, blancos o negros, verdes o tomates. ¡Ya paren! Acá necesitamos unidad. Los sectarismos políticos han provocado el retroceso. Necesitamos liderazgos.
Es que los ciudadanos queremos caminar sin ser asaltados. Servicios básicos de calidad para las zonas urbanas y rurales. Viajar por carreteras en buen estado. Acceder a trámites municipales de forma ágil y simplificada. Sistemas de transporte integrados. Y en especial, ser escuchados cuando un sector demande la atención de una autoridad.
Además, pedimos que los presupuestos se los ejecuten responsablemente. Estamos cansados de escuchar que se han suscrito contratos para medir la imagen del alcalde. Que han pedido la renovación de la flota vehicular para ciertos funcionarios vanidosos. O que se contraten abogados externos, para defender quien sabe qué casos, y que cada mes pasen a retirar el chequecito. ¡Ya basta!
Hay muchas brechas sociales. Casos de desigualdad que estremecen. Esos temas son los que merecen la atención prioritaria. No es difícil, solo se necesita la voluntad política. Pero lo más importante es que esas necesidades no sean aprovechadas por avivatos para negociados. Usted sabe. Hay malos funcionarios que están atentos para caer en los tentáculos de la corrupción. Por eso, la selección de los nuevos funcionarios debe ser transparente.
¡Felicitaciones a los ganadores! Desde el próximo mayo tendrán cuatro años para servir a la población. Esperamos que no nos defrauden. (O)