Bogotá.- La delegación de paz del Gobierno colombiano confió en que la Mesa de Diálogos saldrá fortalecida de la segunda ronda de conversaciones con la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional (ELN), que se instalará este lunes en México y que tiene como principal objetivo lograr un acuerdo del cese el fuego bilateral.
«Estamos seguros de que, durante el ciclo de Diálogos de Paz que comienza, se avanzará en los temas acordados y, al finalizar, saldrá fortalecido el liderazgo de la Mesa de Diálogos, el apoyo de la comunidad internacional y la confianza de la sociedad colombiana en el proceso», dijo este domingo la Delegación de Paz del Gobierno de Colombia para los diálogos con el ELN en un comunicado.
Otro de los puntos que será abordado en México es el referente a la participación de la sociedad en la construcción de la paz, que no ha sido explorado, y que, aunque ambas partes quieren involucrar a las mujeres, la sociedad civil y el campesinado, hay visiones diversas sobre cómo se hará.
«La agenda de trabajo está claramente delineada, vamos a terminar de discutir cuáles son los puntos que conforman la agenda de diálogos de paz con el ELN y presentaremos esa agenda ante el país y la comunidad internacional», dijo el senador Iván Cepeda, de la delegación gubernamental, minutos antes de partir a México.
Cepeda, que siempre ha sido partidario de una salida negociada con los grupos alzados en armas, añadió que «la delegación (del Gobierno) está en la mejor disposición. Allá la espera en México la delegación del ELN y esperamos poner manos a la obra».
La delegación gubernamental también agradeció la «hospitalidad» de México que junto con Venezuela, Chile, Noruega y Brasil, son garantes de los diálogos de paz.
Recordaron que los diálogos siguen teniendo el acompañamiento permanente del Secretario General de Naciones Unidas, a través de su Representante Especial en Colombia y de los representantes de la Conferencia Episcopal de Colombia.
Igualmente, destacan que Suecia, Alemania, Suiza y España «nos acompañarán en calidad de países acompañantes en la instalación de este segundo ciclo».
Adicionalmente, para el segundo ciclo se suma la Policía colombiana a los observadores de las Fuerzas Militares, completando «la plena participación de las fuerzas armadas».
«La presencia de estos países e instituciones es una muestra de su confianza y apoyo continuo para la consolidación de la paz en Colombia», concluye el comunicado de la delegación de paz del Gobierno colombiano. EFE
México afianza su rol en Latinoamérica al albergar diálogo de paz de Colombia
El Gobierno de México busca afianzar su rol en Latinoamérica al albergar dese este lunes la próxima ronda de negociaciones entre el Ejército de Liberación Nacional (ELN) y el Gobierno de Colombia, aunque existe el riesgo de que los diálogos se estanquen como los de Venezuela.
Como anfitrión de las conversaciones entre la guerrilla y el Gobierno, que busca un cese al fuego bilateral, el presidente Andrés Manuel López Obrador pretende «recuperar la pertenencia de México en la región», indicó a EFE Jacaranda Guillén, investigadora del Centro de Estudios Internacionales Gilberto Bosques del Senado.
“Refleja una profundización de la política hacia la región. Recordemos que el presidente López Obrador, una vez que tomó el poder, tiene como una de sus prioridades en la política exterior la atención a la región”, expuso Guillén, también integrante de la Asociación Mexicana de Estudios Internacionales (AMEI).
MEDIACIÓN EN UNA NEGOCIACIÓN COMPLEJA
Las negociaciones entre el Gobierno colombiano y el ELN, que estuvieron interrumpidas durante cuatro años tras iniciarse en 2017, se reanudaron el pasado 22 de noviembre en Caracas con el auspicio de Cuba, Noruega y Venezuela como países garantes.
El Gobierno de Gustavo Petro quiere acordar un cese al fuego bilateral con el ELN y, por ello, el mandatario anunció el 31 de diciembre la entrada en vigor de esa medida, pero la guerrilla lo desmintió días después con el argumento de que no se había acordado en los diálogos.
Aunque México «no tiene un rol activo» en el proceso, que busca concluir con el conflicto armado que vive Colombia desde la década de 1960, «va a facilitar ser la sede y ayudarles», y «coadyuvar en lo que sea necesario», según el canciller mexicano, Marcelo Ebrard.
«Somos una sede confiable, es parte de la medición. Nuestra participación se limita a proporcionar las condiciones para que pueda haber un diálogo, facilitar que estén instalados, que puedan dialogar, garantizar su seguridad, y nada más», respondió a pregunta de EFE esta semana.
Pese a las intenciones, existe el riesgo que el diálogo se estanque en México, como sucedió con las negociaciones entre el Gobierno de Nicolás Maduro y la oposición de Venezuela que comenzaron en agosto de 2021 en Ciudad de México, pero tres meses después se interrumpieron hasta noviembre de 2022.
Aún así, esto no significa que la reputación de México esté en peligro, opina José Joel Peña, profesor de Política Exterior en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
“No tendría por qué ser así, al final de cuentas México solo está siendo sede de los diálogos a favor de la paz y le corresponde al Gobierno de Colombia y al Ejército de Liberación Nacional garantizar que los acuerdos se alcancen y se traduzcan en acciones concretas», expuso.
EL ROL DE MÉXICO EN LA REGIÓN
Además de los diálogos de Colombia y Venezuela, México albergó en 1983 al Grupo Contadora para promover la paz en Centroamérica, en 1990 las negociaciones para el acuerdo de paz de Guatemala, y en 1992 la firma del acuerdo entre el Gobierno de El Salvador y la guerrilla, recordó Guillén.
Por ello, «para México, como país o como actor internacional, (albergar los diálogos de Colombia) es un reconocimiento a esta trayectoria o a estos ejercicios que ya venía haciendo y un reforzamiento a la confianza que ha tenido la región en México”, consideró la investigadora.
Las conversaciones, añadió, también reflejan la buena relación y afinidad de López Obrador con Petro, quien abordó el tema en su visita a México en noviembre pasado.
Mientras que Peña sostuvo que son «una forma de demostrar que México es un país neutral que de alguna forma busca la integración latinoamericana».
Aunque, matizó el profesor, “también es cierto que hay quienes argumentan que se trata de una estrategia del presidente López Obrador para consolidar su imagen como un presidente de izquierda, que defiende valores universales y que se inclina por el diálogo pacífico y por la no intervención”.
El primer mensaje público sobre las conversaciones está programado para este lunes a las 7.30 hora local (13.30 GMT) en la Conferencia Interamericana de Seguridad Social (CISS) de Ciudad de México. EFE