Tres filtros deben pasar las personas con discapacidad para que se evalúe su posibilidad de adquirir una licencia de conducir. La mayoría de escuelas de conducir carecen de vehículos adaptados para estas personas.
Hace 8 años Fausto Jara perdió su licencia profesional de conducir. En la Agencia Nacional de Tránsito (ANT) no le renovaron alegando que su discapacidad no le permitía tener el título habilitante para poder conducir, luego de casi 30 años poseer la Tipo «C».
En otro caso, una persona que prefirió no dar su nombre, comentó que el proceso para la obtención de la licencia le tomó un año, debido a que una funcionaria de la ANT se lo negaba pese a contar con el carné del discapacidad otorgado por el Ministerio de Salud Pública (MSP) y haber aprobado el curso de conducción.
Para que una persona con discapacidad obtenga una licencia debe pasar por tres filtros: la calificación de su discapacidad, hacer el curso de conducción y pasar por una revisión final médica en la ANT.
Aunque la persona cuente con el carné de discapacidad y ya haya invertido en el curso de manejo, en donde se aplica una prueba psicocensométrica similar al de una persona sin discapacidad, es probable que a la persona no le entreguen la licencia si así lo determina la médico de la Agencia.
En la provincia, la persona encargada de esta última revisión es una médico general. Es ella quien hace la observación y análisis final para la entrega del documento de conducción.
Sin embargo, “ya se hizo la inversión económica en el curso”, señala una de las personas que no ha podido obtener aun la licencia.
Escuelas
Por otra parte, en las escuelas de conducción no se cuenta con vehículos adaptados para la enseñanza a personas con discapacidad.
Patricio Arteaga, director de la escuela Practi-Car, señaló que al existir una gran variedad de discapacidades, es imposible tener vehículos para cada una de ellas. Además, recordó que no es una obligación de las instituciones formativas, contar con estas adaptaciones.
Los cursos que brindan a personas con discapacidad, permite aprobar el curso para la obtención de licencias tipo F.
Actualmente, la mayoría de las escuelas de la ciudad no cuentan con vehículos adaptados para personas discapacitadas y en la prueba que se aplica se observa motricidad, reflejos y visión.
El director provincial de la ANT, Carlos Delgado, señaló que existen muchos vacíos en la norma sobre el tratamiento de personas con discapacidad.
Sin embargo, el último filtro para que las personas con discapacidad obtengan su licencia, puede ser riguroso en la ANT «con el fin de garantizar la seguridad de todo el entorno vial», señaló el funcionario.
Añadió que aunque el MSP haya certificado el grado de discapacidad de una persona y en la escuela haya calificado en la prueba psicosensométrica y el curso «la ANT puede verificar esta situación».
Para Delgado, no es una regla que una escuela tenga vehículos adaptados para personas con discapacidad, pero sí recomiendan tenerlos.
Legal
Para el juez de tránsito, William Sangolquí, no hay limitantes para que este grupo de ciudadanos puedan ejercer su derecho a la conducción pero «debo decir con absoluta tristeza, parece que en la ANT hay funcionarios que no están al tanto de lo que establece la Ley de Discapacidad, cuando habla de licencias; indica claramente que se debe tomar exámenes especiales a las personas con discapacidad y que no son las mismas. El problema es que los funcionarios no están al tanto de las disposiciones legales de la norma que ampara a las personas con discapacidad» comentó.
El juez agregó que la Ley de Discapacidad es una «Ley especialísima» y que, sumado a lo que dice el artículo 66 de la Constitución sobre los grupos vulnerables y atención prioritaria, debería aplicarse en beneficio de las personas con discapacidad.
El juez apela al buen juicio del personal de las escuelas de conducción y del personal de la ANT para garantizar un mejor trato a estas personas. Además, de ser más empáticos y pacientes.
Adicionalmente, el juez aspira a que el cambio del pénsum educativo permita agregar temas de educación vial y legislación de tránsito.
CIFRAS
18.117
son las personas con algún tipo de discapacidad con licencia tipo F a nivel nacional según datos del Consejo de Discapacidades
2.277
es la cifra correspondiente a la provincia de Azuay, en donde la mayor cantidad de licencias se otorgaron a personas con discapacidad física
DATOS
– Personas con más del 25 % de discapacidad pueden obtener la licencia de conducir, sin embargo, esta supeditado a una análisis final del departamento médico de la ANT.
– En la ANT se receptan denuncias que tengan fundamento suficiente que les permita actuar y tomar acciones correctivas.
– Para obtener licencia, entre los principales requisitos consta: ser mayor de edad, aprobar la básica superior y aprobar el examen psicosensométrico.