El centro histórico de Lima fue declarado «zona intangible» para manifestaciones que pongan en «riesgo la seguridad y la salud pública» de este espacio catalogado como Patrimonio Cultural de la Humanidad por la Unesco, según el acuerdo del Concejo Municipal publicado este miércoles en el diario oficial El Peruano.
La medida, que se acordó el último sábado a petición del alcalde de la capital peruana, el conservador Rafael López Aliaga, se enmarca en el contexto de las protestas antigubernamentales que, desde diciembre pasado, azotan el país, con un saldo de 70 personas fallecidas.
El documento menciona, en ese sentido, que, el centro de Lima ha sido escenario de «manifestaciones y marchas violentas y actos de vandalismo en los lugares que integran el Patrimonio Cultural de la Nación y Patrimonio Cultural de la Humanidad».
Agrega que estas acciones «muchas veces» han causado «graves y cuantiosos daños materiales contra los bienes que integran dicho patrimonio y ponen en peligro la integridad de las personas».
Precisa que, entre el 1 de julio de 2022 y el 31 de enero de este año, se han registrado cerca de 500 manifestaciones y marchas de diferente índole en el centro de Lima, de las cuales más de 130 ocurrieron en los últimos 2 meses, con un saldo de 84 heridos y un fallecido.
El documento recuerda que Lima, junto con otros departamentos del país, está en estado de emergencia, en el que quedan restringidos o suspendidos «los derechos constitucionales relativos a la inviolabilidad de domicilio, libertad de tránsito por el territorio nacional, libertad de reunión y libertad y seguridad personales» y la Policía Nacional del Perú (PNP) mantiene el orden interno, con el apoyo de las Fuerzas Armadas.
La extensión del terreno declarado intangible es de más de 10 kilómetros cuadrados y comprende las céntricas avenidas Alfonso Ugarte, 28 de Julio, Brasil y Paseo de la República, entre otras, donde se encuentran el Palacio de Gobierno, el Palacio Municipal y el Congreso, es decir, supera el área declarada patrimonio de la humanidad.
Esta zona también alberga varios hospitales y las plazas de Armas, San Martín y Dos de Mayo, donde suelen concentrarse los manifestantes.
El alcalde de la capital calificó este acuerdo como un paso trascendental para convertir Lima en un centro de atracción turística a escala mundial.
La medida, que lleva la firma de López Aliaga, establece que los organismos de la municipalidad deberán velar por su cumplimiento en conjunto con la PNP, la Prefectura de Lima y el Ministerio de Cultura.
Esta decisión, anunciada días atrás por el alcalde, ha generado múltiples críticas por parte de organizaciones que consideran que restringe el derecho a la reunión protegido por la Constitución. EFE
