La semana pasada la agencia internacional de noticias EFE de manera insistente dio a conocer las temperaturas extremas que vivieron algunas ciudades del mundo; la agencia indicó que estos comportamientos extremos del clima obedecen a los efectos del cambio climático. El invierno tocó con fuerza a los Estados Unidos, el clima ártico afectó al norte, al oeste, a estados tales como Texas, Virginia, Oklahoma, Arkansas en donde las carreteras, los aeropuertos, las escuelas y las universidades han tenido que cerrarse porque la temperatura ha congelado todo.
La Organización Meteorológica Mundial (OMM) y el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) de la ONU advirtieron que se esperan nuevos fríos árticos y que el calentamiento global está aumentando la intensidad y las frecuencias de episodios climáticos extremos. Dijeron “que no solo se están incrementando las oscilaciones drásticas de temperaturas máximas y mínimas sino también las lluvias torrenciales, inundaciones y mega incendios entre otros muchos efectos del cambio climático global”.
En efecto no sólo se está sufriendo de temperaturas árticas sino también de inundaciones y de mega incendios. Chile es un ejemplo, las altas temperaturas y los fuertes vientos y la baja humedad afectan con una ola de incendios forestales desde hace algunas semanas, el número de víctimas fatales está en 28. Las condiciones climáticas son adversas y los incendios se multiplican, el fuego ha arrasado con más de 360 mil hectáreas y este momento hay más de 320 incendios forestales en desarrollo y las situaciones de riesgo cada vez se agravan en las regiones chilenas de Maule y O’Higgins. El cambio climático es evidente y la humanidad entera tiene que hacerle frente. (O)