El 62 % de las víctimas de trata de personas entre 2010 y 2022 en Colombia fueron explotadas «bajo prostitución ajena y explotación sexual«, advirtió este jueves la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (Unodc), que agregó que los grupos armados ilegales ven en este crimen un «nuevo negocio».
En el Reporte Global sobre Trata de Personas de 2022, el organismo señaló que en Colombia «la segunda finalidad de mayor ocurrencia en el periodo de tiempo estudiado son los trabajos y servicios forzados» con el 15 % de los casos registrados.
El principal destino en el exterior de las víctimas es México, con el 10 %, seguido de China (9 %), España (8 %), Ecuador (7 %) y Argentina (6 %).
Entre tanto, dentro del país quienes sufren este delito son llevados, principalmente, a Bogotá (40 %) y los departamentos de Antioquia (11 %), Cundinamarca (6 %) el Valle del Cauca y Norte de Santander (5 %).
VULNERABILIDAD DE LAS COMUNIDADES
El reporte, señala la Unodc, resalta que los conflictos armados son «escenarios propicios para los tratantes, aumentando el número de víctimas de la trata explotados dentro y fuera de las zonas de crisis».
Es por ello que «las mujeres y las niñas en Colombia son especialmente vulnerables ante el desplazamiento, pues se ven expuestas a una disminución de opciones para responder a las necesidades que se presentan, por lo tanto, corren un alto riesgo de verse inmersas en actividades de explotación sexual o ser víctimas de trata de personas».
La crisis climática también propicia la trata de personas y, en el caso colombiano, la Unidad Nacional para la Gestión de Riesgos y Desastres identificó en 2021 cerca de 500.000 afectados por desastres naturales en el país.
Ello supuso la reubicación de aproximadamente 160.700 personas por cuenta de daños a sus viviendas.
«Esto tiene impactos específicos para mujeres, adolescentes y niñas, especialmente, quienes se ven expuestas a situaciones de violencia, explotación y riesgo de trata de personas», agregó la información.
Es por ello que la representante regional de la Unodc para la Región Andina y el Cono Sur, Candice Welsch, aseguró que «ningún país es ajeno a la trata de personas».
«La naturaleza dinámica y diversa de este delito requiere de ejercicios de diagnóstico regionales, nacionales y locales que faciliten comprender la ocurrencia del fenómeno y los retos marcados por contextos específicos», explicó. EFE
