Las fuertes lluvias estacionales y los ciclones tropicales que golpean a algunos países del sur de África están poniendo en peligro los avances conseguidos durante los últimos meses contra varios brotes de cólera, advirtió hoy la Organización Mundial de la Salud (OMS).
«Los países han intensificado las medidas de control del cólera y los primeros resultados son prometedores, pero las inundaciones y los ciclones fuertes en algunas partes del sur de África están aumentando el riesgo de impulsar la propagación de la enfermedad», dijo la directora para África de la OMS, Matshidiso Moeti, durante una rueda de prensa telemática.
En la actualidad, doce países de África han detectado brotes de cólera dentro de sus fronteras.
«África siempre ha tenido brotes de cólera. Pero lo que es inusual es que tantos brotes estén sucediendo al mismo tiempo y que estén ligados a grandes choques climáticos», señaló Moeti.
Así, la experta de la OMS indicó que la crisis climática «ha aumentado» las posibilidades de que estos brotes tengan un impacto más elevado.
Moeti mostró su preocupación por Malaui, que está experimentando «el peor brote de cólera de su historia» con 1.578 muertos desde marzo de 2022, según el Ministerio de Salud de ese país.
Allí, las intensas lluvias han destruido infraestructuras, incluidas carreteras, caminos e incluso centros de salud, lo que está «ralentizando los esfuerzos de control del brote en algunas zonas».
Si bien en Madagascar no se han detectado brotes de esta enfermedad desde el año 2000, Moeti indicó que la OMS también ha desplegado a sus expertos en ese país para cooperar con los trabajadores sanitarios malgaches y prevenir la posible aparición de infecciones de cólera, después de que los ciclones Cheneso (enero) y Freddy (febrero) provocasen amplias inundaciones.
El ciclón Cheneso también destrozó al menos 77 centros de salud en Madagascar, lo que dejó a más de 470.000 sin acceso a servicios sanitarios.
Asimismo, el ciclón Freddy, que llegó a la isla el pasado 21 de febrero, dañó o destrozó por completo cerca de 29.000 casas en siete de las 23 regiones de Madagascar.
El último ciclón también ha golpeado a Mozambique, donde hay más de 44.000 personas afectadas y 55 centros de salud dañados o destruidos.
La OMS, que colabora con las respuestas contra el cólera en países como Malaui, Mozambique, Burundi, la República Democrática del Congo (RDC), Ghana, Kenia y Zambia, aseguró que esa enfermedad «es fácil de tratar» si la población tiene acceso a los medicamentos adecuados.
Además, pidió una serie de «medidas integrales» que incluyan, además de avances en la detección de la enfermedad y en su respuesta, mejor acceso a los tratamientos médicos, a las campañas de inmunización, al agua potable y a los sistemas de saneamiento.
«El continente aún tiene un gran número de hogares con acceso limitado o nulo al agua potable o a los sistemas de saneamiento. Por lo tanto, la prevención del cólera y de otras epidemias no debe depender únicamente del sector sanitario», dijo Moeti.
El cólera es una enfermedad diarreica aguda provocada por la ingestión de alimentos o agua contaminados con el bacilo «vibrio cholerae».
Según la OMS, el cólera sigue siendo «una amenaza mundial para la salud pública y un indicador de inequidad y falta de desarrollo». EFE